Por Augusto Elmore
Aunque tardía, porque hace ya dos meses que dejé el cargo en el que representaba a la cultura peruana en España, la noticia de que el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada "Federico García Lorca", ha sido otorgado este año a la poeta peruana Blanca Varela, me llena tres veces de satisfacción: primero por lo merecido, luego porque BV es una amiga muy querida y, tercero, porque modestamente fui yo, en mi calidad de Consejero Cultural del Perú en España, quien presentó la candidatura de Blanca Varela el año pasado, para lo cual hice llegar por escrito la postulación en nombre de la embajada del Perú, acompañada de algunos libros de la gran poeta peruana, incluyendo comentarios sobre sus obras. El año pasado, BV no ganó, como yo esperaba y ella merecía, sino fue el gran poeta mexicano José Emilio Pacheco el elegido, pero me enorgullece enormemente haber dejado sembrada la semilla que hoy ha dado fruto en el reconocimiento del gran valor de Blanca Varela como poeta. Para mí, en lo personal, me resulta una satisfacción un tanto tardía, porque nada me hubiese gustado más que asistir a la solemne ceremonia en la que se hace entrega de dicho reconocimiento, que tiene carácter internacional. No es que quien escribe esto merezca nada a cambio, pero sí al menos asistir a la ceremonia de condecoración de la poeta peruana, mi amiga. Estuve allí en las dos anteriores, cuando la primera vez se premió al poeta español Ángel González, y la segunda al mexicano José Emilio Pacheco, a quien tuve el gusto y el honor de conocer. Pero nunca es tarde cuando la dicha llega. Y me alegra haber contribuido aunque sea modestamente al reconocimiento de Blanca Varela, gran poeta y amiga.