Thursday, March 09, 2006

Resultados del primer concurso nacional de libro objeto en el Perú

Romper la inercia, sacudir las conciencias y avivar el ingenio. He ahí tres buenos motivos que sirvieron para llevar adelante el I CONCURSO NACIONAL DE LIBRO-OBJETO 2005 Premio Carlos Oquendo de Amat. Y es que los libros-objeto –como por ejemplo el inigualable 5 METROS DE POEMAS—obligan a replantear las relaciones que establecemos los seres humanos con los objetos, con el conocimiento y con los sentidos.
Esta primera edición del concurso estuvo a cargo del comité editorial de la revista literaria Dedo Crítico y se llevó a cabo con el apoyo del Instituto Runa, la ong holandesa HIVOS y el Centro Cultural de España. A lo que apunta en el futuro es a convertirse en una tradición bienal.

El fallo
El jurado calificador, compuesto por Élida Román, José Watanabe y Eduardo Tokeshi, decidió otorgar un reconocimiento especial a cinco trabajos (de los cuarenta presentados al concurso). Encabeza la lista El libro de cera de Cecilia Podestá, artefacto que muestra una galería de personajes y una secreta aventura táctil; le sigue Transparencias de Berly Luna, un experimento verbal deconstructivo. Además está Las celosías de New York de Cinthya Capriata, una suerte de reinterpretación del sueño cosmopolita de Oquendo de Amat, en letras caladas. Asimismo, mencionamos al libro objeto Sinonimia, de Juan Carreño, simple e infinito, producto de un arduo trabajo conceptual, no obstante de una impecable sencillez.
Finalmente, el ganador del concurso fue el libro-objeto llamado Nostalgias Imperiales de Diego Gianella, joven artista formado en el Perú, con talleres de grabado y encuadernación en el exterior.
Diego Gianella se hizo acreedor a un premio ascendente a 1800 dólares.

El libro objeto ganador
Nostalgias Imperiales, de Diego Gianella, es una reivindicación de la idea del Álbum fotográfico como eterno archivador de recuerdos. Es también un juego nostálgico. El artista seleccionó once poemas de César Vallejo en los que el vate hace alusión explícita a su terruño (Santiago de Chuco). Asimismo, les impuso una rica atmósfera para-textual en base a antiguas fotografías de su propia familia, que proviene de la misma zona de Vallejo.
De esta manera, el lector de Nostalgias Imperiales es tentado a asociar poemas y fotos, construyendo una callada y antigua narración. Es como si alguien mayor nos susurrase la historia de nuestros abuelos mientras pasamos las pesadas páginas del álbum familiar.
Con la ayuda de esta ficción, podemos acercarnos al apacible paisaje de la sierra de La Libertad, a esos balcones acribillados por el sol, a las paredes encaladas, a sus tristes burros peruanos y a las solemnes tahonas estuosas. También podemos descubrir el imaginado rostro de la dulce Rita, aquella de junco y capulí, en las facciones de una buenamoza veinteañera, que en vida fue la abuela materna de Diego. Bellas mentiras, verdades en nuestra imaginación.
Por otro lado, uno de los aspectos más llamativos de Nostalgias Imperiales es su exquisita factura, el fino trabajo de encuadernación y el cuidado y correspondencia entre el papel, estampado y los poemas.
Pero donde reside principalmente la originalidad y se muestra la creatividad del artista es tanto en la creación del objeto, así como también el contenido gráfico y conceptual del mismo.

Aviso
Finalmente, debe hacerse público que los trabajos que resultaron finalistas formarán parte de una exhibición organizada por el CC de España en el mes de mayo, en una conocida galería de arte de Lima. La curadoría de esa muestra estará a cargo de Élida Román.
Los trabajos que no resultaron ganadores podrán ser recogidos a partir de la segunda quincena de abril en el local del Instituto Runa.

Contacto con los organizadores:
Gabriel Espinoza S.
Cel: 99 65 56 07
E-mail: gaesu@yahoo.com