Tuesday, May 16, 2006

XVII Simposio Internacional de Literaturas Indígenas Latinoamericanas

Por María del Carmen Arata

“Not knowing is a form of racism”.
“You can not resolve issues of conquest with silence”.
(Alanna Brown, Montana State University, XVII Intl’. Symposium Latin American Indian Representations Today)


Del 11 al 13 de mayo de 2006 se llevó a cabo el XVII Simposio Internacional de Literaturas Indígenas Latinoamericanas organizado por The Ohio State University y la Universidad de Los Lagos, Chile. El evento reunió a participantes de diferentes países de Latinoamérica, Mesoamérica y Norteamérica, así como de Japón, Europa y Australia; intelectuales y especialistas preocupados por la preservación y difusión de la literatura indígena americana (entendemos América, –norte, centro y sur— como un solo territorio). Así, durante los tres días de reuniones se escucharon ponencias sobre narrativa indigenista mesoamericana; narrativa andina; literaturas comparadas; narrativa arguediana; identidades, integración indígena y muchos temas más.
En la primera Mesa Redonda (organizada y moderada por Rocío Quispe-Agnoli, de Michigan State University), Maureen Ahern y Daniel Reff, de The Ohio State University, Alanna Brown, de Montana State University, y George Scheper del Community College en Baltimore, expusieron aproximaciones en la enseñanza de culturas indígenas en universidades de los Estados Unidos de América, así como las dificultades que enfrentan los profesores para lograr un verdadero acercamiento de los alumnos a las diferentes culturas indígenas: alcances y limitaciones en la enseñanza. Un verdadero acercamiento a lo indígena no se logra conociendo estas culturas, comúnmente etiquetadas como "diferentes y exóticas", en visitas a museos y exhibiciones. Probablemente tampoco se logre solo con estudiar las traducciones al inglés de textos y códices antiguos. Se logra más bien con el estudio en contexto de estas culturas. George Scheper puso sobre el tapete el rol de los museos al exhibir artefactos indígenas en el contexto de la modernidad, y cómo "hacer visibles" las culturas latinoamericanas y mesoamericanas, e incluso indígenas norteamericanas, para que estas dejen de llevar el sello de lo "exótico" y se muestren y entiendan a plenitud. Maureen Ahern habló sobre los innumerables y valiosísimos textos precolombinos que en un pasado no muy reciente no se consideraban como Literatura, visión que hoy en día ha sido felizmente revertida y que ha abierto un vasto campo para el estudio y el conocimiento de las identidades de los pueblos indígenas americanos. Habló de la importancia del estudio de, por ejemplo, el Popol Vuh, en el contexto de otros textos literarios americanos para su mejor comprensión. Luego, tocó también el importante tema del estudio de las culturas indígenas en el contexto multidisciplinario, ya que tanto culturas como literaturas indígenas son prácticamente inaccesibles sin el apoyo etnográfico y la ayuda de la historia y la antropología. Así, el conocimiento socio-cultural y la comprensión de los diferentes modos de vida de las etnias y grupos indígenas a partir del análisis de textos etnográficos son las herramientas básicas e imprescindibles de un estudiante de culturas y literaturas indígenas.
Así como es importante el estudio del pasado indígena no hay que descuidar su constante relación con el presente. Las voces del pasado están presentes, y más que nunca vigentes en nuestras culturas. El objetivo primordial es entonces el estudio de la continuidad indígena y sus diferentes expresiones hoy en día. La cultura indígena no debe entenderse como antigua, estática o desintegrada. Muy por el contrario, es cultura viva, y lo que se debe es buscar su integración con el mundo actual. Una forma de darle continuidad es el uso del factor visual en la enseñanza. Las culturas indígenas americanas son esencialmente visuales. La fotografía y el vídeo juegan hoy en día un rol importantísimo en el estudio de la continuidad cultural indígena. La tecnología con fines educativos nos acerca, por ejemplo, por medio del Internet, a documentos como los antiguos códices, antes prácticamente desconocidos por el público estudiante. El acceso a estos importantes documentos no es ya privilegio de unos pocos intelectuales: hoy se accede a mucho material visual para la enseñanza de estas culturas por medio de tecnología cada vez más sofisticada. Se busca entonces darle continuidad a la cultura indígena. Esto va de la mano con la integración del libro o texto, la memoria fragmentada y/o transculturada y las otras maneras de experimentar vivencias y acceder a la sabiduría de nuestros pueblos. Las traducciones no deben ser vistas tampoco como una pared que nos aleja del "original". Lejos de considerarlas negativas, debemos ver en ellas, y en los estudios que se hacen a partir de ellas, instrumentos de re-creación del original; una posibilidad que suma, lejos de restar. Sin embargo, para el estudio y comprensión de textos literarios indígenas y ante el desconocimiento de la lengua nativa del "original", deberá especificarse cuáles son las características que constituyen esta lengua. Por ejemplo, para la comprensión de textos quechuas es imprescindible enseñar la "validación" que se hace en quechua del testimonio escrito. Estas peculiaridades propias de cada lengua indígena deberán ser analizadas en las introducciones o estudios preliminares y/o en las notas a pie de página del texto. La situación ideal siempre será el aprendizaje de la lengua nativa en la que está escrito ese texto.
Por su lado, Alanna Brown hizo un interesante análisis de cómo revertir la situación de una cultura indígena americana devastada por la guerra y el olvido y darle hoy el sitio que le corresponde mediante la recuperación de la memoria. Montana, antes de la Guerra Civil, era un asentamiento de más de 900,000 personas de la etnia cheyenne. El objetivo de la Montana State University hoy es cómo hacer un acercamiento entre el territorio, la Historia y la Academia. La narrativa existente es una narrativa comunitaria en un territorio que vive en constante contienda con el sentimiento de "invasión militar". Al redescubrir su propia narrativa, confrontar las diferentes versiones que hay de ella e investigar su pasado, los nativos cheyennes logran descubrir hechos de su cultura antes desconocidos por ellos. La historia influencia el imaginario. El saberse conocedores de su propia historia los hace sentirse identificados con ella y les devuelve la autoestima, haciéndolos sentirse orgullosos de su pasado indígena. En el campus de la universidad se busca entonces promover los valores espirituales de esta etnia indígena y se está implementando la enseñanza en lengua cheyenne en las reservas: la enseñanza de los viejos y su importante papel como transmisores de su propia cultura e identidad a las nuevas generaciones. Se buscará también promover la literatura nativa en la escuela, antes de que los estudiantes lleguen a la universidad.
Por último, Daniel Reff se ocupó de precisar que para convencer a estudiosos y estudiantes de la importancia de la enseñanza de las culturas amerindias se debería contar en las universidades con una Facultad de Estudios Amerindios. Antes de educar a los alumnos se debe educar a los profesores sobre lo que es importante enseñar. Alanna Brown comentó que no solo es importante tener cursos que se dicten en Guatemala o en el Cusco. Se debe tener acceso a estas culturas en los propios campus. Para eso se deberá trabajar en el desarrollo de estrategias para obtener presupuestos para el aprendizaje de estas lenguas y culturas. Ante diferentes lenguas, culturas y significados, ante visiones de mundo diferentes, se debe actuar "pushing English to the limit".