Sunday, May 14, 2006

Memorias literarias

Carlos García-Bedoya: “La vida intelectual y académica es muy precaria en América Latina”
Memorias literarias

Entrevista de Tomacini Sinche López

El Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ha publicado recientemente tres tomos magistrales con las memorias de las VI Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana (Jalla) realizadas en Lima en el 2004. Para conocer mejor esta gran obra conversamos con el doctor Carlos García–Bedoya Maguiña, quien se encargó de la compilación de los trabajos presentados en el evento.

–¿Cuál es la importancia de Jalla?
Su importancia radica en que es un evento académico que reúne a especialistas en literatura del área andina y de América Latina en nuestra propia región, porque la mayoría de eventos sobre literatura latinoamericana se realizan en Estados Unidos o Europa. Este espacio académico nos permite reunir a todos aquellos que por diversas carencias no podemos participar de esos eventos.

–¿Qué aportes ha logrado?
Más que novedades absolutas, Jalla ha logrado darle mayor importancia al área andina, que dentro de América Latina siempre ha sido muy descuidada. Si revisamos la bibliografía sobre literatura latinoamericana casi siempre está centrada en el cono sur (Argentina, Uruguay y Chile) o México. Ya dentro de lo que es el área andina se han hecho precisiones sobre ciertos temas muy importantes como la literatura indigenista, la literatura popular y la tradición oral. Y, por otro lado, Jalla permite un diálogo que va más allá de lo que es lo literario, con una apertura hacia los estudios culturales.

–Desde las primeras jornadas realizadas en Bolivia en 1993, ¿cuánto ha evolucionado el evento?
Jalla ha ido ampliando poco a poco su convocatoria. Con altibajos, porque no se puede decir que hay una línea constante de progreso o mejora. Por ejemplo, en el 2004 vino a Lima gente de todos los continentes, hasta gente de Japón y Australia.

–¿Qué temas falta desarrollarse?
Nos falta consolidar una actividad académica más institucional en América Latina. Es un problema que tenemos en todas las especialidades, no sólo en literatura. La vida intelectual y académica es muy precaria en nuestros países. Nuestras universidades soy muy pobres. Así no se puede constituir una comunidad académica.

–¿Ha sido complicada la compilación de estos tres tomos de memorias?
En términos reales ha sido una labor relativamente simple. En este tipo de eventos de amplia convocatoria no hay una idea selectiva, por lo tanto, también la idea es publicar todos los trabajos expuestos. No hubo una selección.

–Entonces, ¿por qué se demoró casi dos años en publicarse?
El problema principal ha sido el económico. No hay recursos como para pagar una labor editorial normal y ágil. Hemos trabajado con el Fondo Editorial y la imprenta de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que nos han ayudado y facilitado la publicación, pero, como no es su prioridad, obviamente lo han hecho a un ritmo lento.

–Además son tres tomos.
...Claro. Es un proyecto fuerte. Acá no se acostumbra publicar ediciones tan amplias. En el fondo no era una prioridad el tiempo. Lo que sí me interesaba era publicarla antes de agosto de este año, cuando se realizará la VII Jalla en Bogotá.

–Pero no se han publicado todas las ponencias...
Se han publicado unas 170 de las casi 230 presentadas. Hay unas 60 que se han publicado en otros medios y que sus autores no quisieron que las tomáramos en cuenta.

–¿Cuál es el futuro de Jalla de ahora en adelante?
Bueno, el futuro que yo desearía es que el evento se consolide y que permita la existencia de una comunidad académica en el ámbito de la literatura, algo más orgánico como una asociación de investigadores de literatura como en Europa y Estados Unidos. Para ello necesitamos no sólo el apoyo del Estado sino también el de las entidades privadas.

–Finalmente, ¿por qué cree que no se logra la anhelada integración latinoamericana?
Una de las cosas que a mí me preocupa mucho es que se habla mucho de la integración de América Latina en términos políticos o económicos, cuando creo que el punto más importante para nuestra integración es en el plano cultural. Si fortaleciéramos estos vínculos se facilitaría la integración en los otros planos y así evitaríamos estos desencuentros absurdos que vienen ocurriendo últimamente.


Literatura nacional

–¿Cómo ve el panorama de nuestra literatura en este momento, tras los premios literarios recibidos por autores peruanos como Cueto, Roncagliolo y Bayly?
Me parece interesante, pero no creo que refleje un cambio en la situación de la literatura peruana en general. Es positiva la incorporación de nuevos autores peruanos en el circuito internacional literario, ya que antes sólo teníamos a Mario Vargas Llosa y Bryce Echenique. Quizá sea una coincidencia también. Si se consolida esta tendencia, podría haber un cambio. Pero me parece que son casos aislados.

–Incluso un autor joven como Santiago Roncagliolo está logrando un sitial...
Sí. El Premio Alfaguara tiene una gran repercusión internacional. Habrá que esperar para ver si esto consolida su trayectoria literaria. En su caso particular, me parece que lo está logrando.