Wednesday, April 11, 2007

Muchacha del setenta

Por Paolo de Lima

Primera muchacha (Art. Lautrec / Ediciones, julio 1997) es el sugerente título del más reciente libro que Jorge Pimentel (Lima, 1944), destacado integrante y uno de los artífices del grupo poético Hora Zero, ha ofrecido para su publicación. El poeta mantiene aún, celosamente inéditos, otros conjuntos de poemas. Algunos de ellos son Jardín de uñas, Persecución y muerte del Conde Ernesto de Lerchenfeld, Punto neutro, Férulas y frondas, entre otros.
El lenguaje empleado en Primera muchacha tiene como punto de partida "Muerte natural", uno de los poemas más antologados de Pimentel (escrito entre 1973-74), y que el autor incluyó en su tercer libro Palomino (1983).
La primera parte de Primera muchacha está conformada casi en su totalidad por los versos de dicho poema, aunque su composición ha variado (es ahora un poema en prosa sin signos de puntuación). La diferencia es que al yo poético de "Muerte…", el cual se encuentra "como siempre triste, como siempre perdido", pero igualmente "tratando de entender lo que pasaba", -o "algo" según la versión de Primera muchacha- Pimentel agrega esta misteriosa chica que podríamos caracterizar como símbolo de la vida y la pureza, la redención en medio del caos y la confusión. Un símbolo importante pues varía considerablemente el tono de un texto a otro: en lugar de ese final abatido de "Muerte natural": "he perdido toda lucidez para escribir", el autor suspende ahora el desenlace de su canto con un "sin embargo" que deja en suspenso la historia del libro.
Por lo demás Primera muchacha se sitúa dentro del proceso poético que Pimentel empezara con Ave soul (su segundo libro de poemas publicado en 1973) pero con atisbos del ritmo vertiginoso, de la velocidad y fuerza de lenguaje que desarrollaría posteriormente en un poemario publicado en 1992 pero que, según se dice en el pie de imprenta del mismo, se empezó a escribir en 1975: el alucinante Tromba de agosto: "de los filamentos de la noche donde me desangro o sangran mis sueños lo que amo lo que deseo lo que mantengo oculto lo que no dije lo que me está sucediendo lo que me pasa lo que es mío lo que me pertenece por dolor por dolor" (pág 26). Y si apuntamos que Primera muchacha fue escrito en 1974 tenemos que los poemarios que en el transcurso de la presenta década [del noventa] ha publicado este autor, se han gestado y hecho escritura entre 1973-75. Lo que nos llevar a afirmar que estamos asistiendo al proceso creador quizá más fructífero de Pimentel: cuando se encontraba alrededor de sus treinta años de edad.
Sin embargo, nunca está de más preguntarse si estos dos últimos libros, ofrecidos al público en 1992 y 1997, no sufrieron cambios y modificaciones desde su escritura inicial en 1975 y 1974. Porque de "Muerte natural" a Primera…, ya lo hemos señalado, en una primera lectura (como ésta) los cambios son ostensibles. Aunque en este caso se deba a que su autor, según él mismo nos revelara, "mató" ese texto primigenio para darle una nueva y transfigurada vida en Primera muchacha.