Desde hace semanas se viene hablando y escribiendo sobre Asia, en huachafo Eisha. Generalmente con críticas, a veces muy serias, sobre discriminaciones, elitismo, etcétera.
Antes de emitir una observación al respecto, quiero advertir que mis recursos no me permitirían colocar ni una caseta de perro en ese lugar.
Dicho esto, y apoyando a todas las críticas justificadas a acciones y comportamientos de algunos o muchos de los allí residentes, quisiera mencionar un hecho que poco o nada tiene de casual: la creciente presencia de artistas e intelectuales, incluyendo a conocidos escritores en eventos allí organizados. Además de todo lo que es y representa la nueva Asia, que se puede resumir en la presencia de los famosos y detestados nouveaux riches = nuevos ricos, que no han pasado por las dos o más generaciones necesarias para adaptarse a tener dinero y favorecer la cultura, ya comienza a manifestarse una verdad prácticamente universal: allí donde está el poder económico, la cultura se sube al tren.
Revísense los grandes centros culturales de la historia, que han irradiado e irradian riqueza artística, filosófica e intelectual. Casi todos o todos han sido y son centros de poder político/económico. Esto viene desde la aristocracia y es asumido poco a poco o rápidamente por la burguesía. ¿Es necesario nombrar algunos? Viena, París, Berlín, Nueva York, San Petersburgo-Petrogrado-Leningrado-San Petersburgo (uffff), Londres, Buenos Aires, México, Tokio, Barcelona, Pekín y Shanghai, en fin.
Naturalmente ha aparecido gran arte en lugares deprimidos, pero con tendencia a emigrar a donde está el centro de la cultura (y del dinero).
Los grandes "románticos" exudarán ponzoña por lo que digo. Muchas veces son los mismos que piden a nuestros escritores y artistas presentarse gratis, "porque es por la cultura". Creen que comemos los ardientes rayos del sol y bebemos los sublimes efluvios de la luna.
Antes de emitir una observación al respecto, quiero advertir que mis recursos no me permitirían colocar ni una caseta de perro en ese lugar.
Dicho esto, y apoyando a todas las críticas justificadas a acciones y comportamientos de algunos o muchos de los allí residentes, quisiera mencionar un hecho que poco o nada tiene de casual: la creciente presencia de artistas e intelectuales, incluyendo a conocidos escritores en eventos allí organizados. Además de todo lo que es y representa la nueva Asia, que se puede resumir en la presencia de los famosos y detestados nouveaux riches = nuevos ricos, que no han pasado por las dos o más generaciones necesarias para adaptarse a tener dinero y favorecer la cultura, ya comienza a manifestarse una verdad prácticamente universal: allí donde está el poder económico, la cultura se sube al tren.
Revísense los grandes centros culturales de la historia, que han irradiado e irradian riqueza artística, filosófica e intelectual. Casi todos o todos han sido y son centros de poder político/económico. Esto viene desde la aristocracia y es asumido poco a poco o rápidamente por la burguesía. ¿Es necesario nombrar algunos? Viena, París, Berlín, Nueva York, San Petersburgo-Petrogrado-Leningrado-San Petersburgo (uffff), Londres, Buenos Aires, México, Tokio, Barcelona, Pekín y Shanghai, en fin.
Naturalmente ha aparecido gran arte en lugares deprimidos, pero con tendencia a emigrar a donde está el centro de la cultura (y del dinero).
Los grandes "románticos" exudarán ponzoña por lo que digo. Muchas veces son los mismos que piden a nuestros escritores y artistas presentarse gratis, "porque es por la cultura". Creen que comemos los ardientes rayos del sol y bebemos los sublimes efluvios de la luna.