Por Maribel de Paz
En entrevista publicada en la edición anterior de Caretas, el escritor Alfredo Bryce Echenique desestimó las acusaciones de plagio en su contra y acusó al historiador Herbert Morote (quien le ha entablado un juicio por plagio) de pagarle a un diario local por ensañarse con él. Aquí, responde Morote desde España.
Usted estaba esperando que el señor Bryce le pida disculpas, pero en lugar de eso él lo ha acusado de pagarle a la prensa para que lo ataquen.
Yo decidí acudir a la justicia en lugar de entrar en dimes y diretes. Entonces, cuando se destaparon todos estos escándalos de plagio, yo me he mantenido al margen. He decidido no declarar hasta que Indecopi dé su fallo, a pesar de que otros colegas suyos han querido sacarme alguna declaración. Indecopi tiene que pronunciarse en estos días.
Ha declarado usted que piensa entablar un nuevo juicio a Bryce.
A Álvarez Rodrich no lo conozco y no conozco a ningún amigo que lo conozca. Pienso entablarle (a Bryce) un juicio penal por difamación. Ahora se puede poner de rodillas pero ya no me interesan sus disculpas. Pero lo peor, ¿sabe lo que me molesta? Que Bryce diga que el plagio es el gran homenaje. Una persona que es un ejemplo para muchos peruanos no puede declarar eso. Que vaya uno y que lo violen, ¿es un gran homenaje? ¿Qué te roben tus libros es un gran homenaje? Yo creo que Bryce se quiere hacer el loco y cree que puede ir de libre con una impunidad del tiempo de la Colonia. Primero que no tiene secretaria, segundo que el complot fujimontesinista no es verdad, tercero que ya no era Tarantino el que va a hacer su película. Se va ahogando con sus propias mentiras. A Bryce Echenique no ha habido ningún escritor del Perú o del mundo que lo apoye.
Apelando al título de uno de sus libros, le pregunto: ¿Pero... tiene Bryce salvación?
Yo creo que no. Mira, a Bryce se le puede perdonar. Si fuese inteligente y no un arrogante señorito limeño diría: "señores, he cometido un error, he mentido, disculpen, no lo vuelvo a hacer más". Todo el mundo diría: "bueno, pues, fue un momento de locura, un año fatal, un año horrible", y se acabó.
En la foto: Herbert Morote.
En la foto: Herbert Morote.