París, 30 de marzo de 2008
Señor Ministro del Interior:
Desde hace más de un mes, la joven estudiante y poeta Melissa Patiño se encuentra en la cárcel acusada vagamente de planear complots contra la seguridad de las cumbres diversas que este año van a realizarse en el Perú y también, al parecer, contra el orden democrático y la seguridad del Estado.
Las autoridades que han ordenado su detención, y me dirijo en primer lugar a usted, señor Ministro del Interior, no han aportado al conocimiento de la opinión pública la menor prueba que justifique el tratamiento que está recibiendo Melissa Patiño, quien está actualmente, me informan, en un pabellón para delincuentes comunes. Esto es inaceptable, pues todo parece indicar que las acusaciones contra ella no pasan de ser un delirio exagerado, además de una flagrante violación de los más elementales derechos humanos.
Las autoridades del Perú, junto con velar por el respeto de los derechos humanos, deberían proteger la imagen que dan del país y ésta no gana encarcelando, sin pruebas, a poetas casi adolescentes.
Hoy tenemos que, en el Perú, se puede encarcelar a alguien por más de un mes sin más razones que vagas sospechas. Se acusa de terrorismo a alguien que no pasaría de ser una joven idealista con suerte (o mala suerte, según como se vea). Según sus propias explicaciones de joven estudiante, su viaje a Ecuador habría sido más fruto del azar que un deliberado empeño de ir a una cita política, puesto que ni siquiera milita.
En todo caso, el tener ideas determinadas, el acudir a eventos culturales, e incluso políticos, ¿es ahora un delito en el Perú? No quisiera generalizar, pero este tipo de excesos se emparentan extrañamente con el maccarthysmo, y, si permitimos que esto prolifere en el país, mañana nadie estará a salvo de la caza de brujas.
Libertad para la estudiante y poeta Melissa Patiño.
Alfredo Pita
Escritor y periodista
DNI 06519037