Sunday, February 25, 2007

El Código Verástegui

Cultural: Nuevos vericuetos lógico-matemáticos del poeta. Solo los entiende su autor

Por Maribel de Paz

Filósofo, poeta, matemático y profeta según definición propia, Enrique Verástegui acaba de presentar uno de esos textos que exigen explicación. Tractatus Lógico-Mathematicus es el título y su principal postulado: A = Av – A. Ante esto, dos opciones: aceptar y callar, o tratar de entender.
Animado por el anuncio de Verástegui de que sus planteamientos superan los de Aristóteles y Bertrand Russell y revolucionan la lógica y las matemáticas del siglo XXI, el físico nuclear Modesto Montoya acepta colaborar. Durante media hora, revisa en silencio las elucubraciones del poeta. ¿Criptogramas? ¿Lógica difusa? ¿Matemática discreta? No. El veredicto parece contundente: simplemente, Verástegui.
"Russell y Aristóteles hicieron tratados gigantescos. Entonces, es desmesurado decir que en una sola hoja de papel se puede escribir algo superior", concluye Montoya y se rasca la cabeza para desenterrar respuestas. "¿Cómo que uno es igual a cero?", añade mientras revisa los escritos del vate.
Calificado de poeta "críptico", con una obra que se niega a ser encasillada como simple poesía o prosa, Verástegui ofrece su propia explicación del Tractatus Lógico-Mathematicus, que viene a ser el colofón de su nueva plaqueta Yachay Hanay. Advierte, para extraviados en la materia, que su planteamiento se lee así: "A es igual a A o no es A". Lo que, traducido libremente, sería algo así como que Verástegui es igual a Verástegui o no es Verástegui.
¿Despejadas las dudas? No. La indagación continúa en la casa del poeta, en cuya habitación conviven una estampita de la Virgen de la Medalla Milagrosa y una docena de cajetillas de cigarros. Como es costumbre, el vate ha pedido un Tacama Gran Tinto y un chifa para conversar, pero hemos transado en su segunda opción: una cajetilla de Pall Mall. "Azul, por favor", aclara.
–El principio de identidad, que se conoce como A igual a A, yo lo planteo que debería ser A igual a A o no es igual a A –explica el poeta.
–¿Cómo es eso? No entiendo.
–Es tal como lo entiendes. O sea, A igual a A o no es igual a A.
–Ya. Pero, ¿es o no es igual?
–Claro. Yo lo planteo como A igual a A o no es A.
–Pero, ¿es o no es?
–O no es. A diferencia de que A igual a A.
–Ah, ya. A tiene que ser A porque si no no es A.
–No, no. Lo que estoy diciendo es que A es igual a A o no es A. Eso es lo que digo. Fíjate, antes de publicarlo, lo consulté con la física teórica Elena Cáceres, doctorada en París y que trabaja en un centro de alta energía de México, quien me dijo que este planteamiento le gustaba. Este tipo de relaciones matemáticas se dieron en mi mente como una revelación. Y el siguiente párrafo es una miscelánea: A o es igual a A o es igual a B.
–¿Cómo puede ser A igual a B? (Un minuto de silencio)
–¿Cómo puede ser? No se puede explicar de manera gramatical.
–Ya, pero uno es igual a uno, no puede ser igual a dos.
–Sí, aquí está. Uno o es uno o es cero, pues.
–¿Cómo va a ser? Uno es uno, no es cero.
–¡Esta miscelánea es una miscelánea! No es un principio. Es simplemente un juego, una forma de razonamiento, pero lo que sí es real es el principio de conmutación: A es igual a C. C es igual a A. A igual a AC y A igual a CA.
–Ya.
–Ahora, este es el comienzo. Vendrán mentes mucho más preparadas que desarrollarán estos teoremas que propongo. No estamos acostumbrados en Perú a reflexionar de este modo o a plantearnos la matemática como base de nuestro pensamiento verbal.
Verástegui, antiguo estudiante de economía, administración y contabilidad en San Marcos, sabe de lo que habla. Miembro de la arrebatada agrupación poética Hora Zero, Verástegui se granjeó temprano la aclamación generalizada con su poemario En los extramuros del mundo. Y ganó, incluso, la prestigiosa Beca Guggenheim. Aunque luego haya perturbado a muchos declarándole su amor a Susana Higuchi y anunciando la creación de un personalísimo Tribunal Internacional para Crímenes de Guerra. Ahora, el poeta asegura que siempre escribe en trance y que ha podido percibir la rotación del cielo sobre su cabeza y cómo esta se desprendía de su cuerpo.
Yachay Hanay, que dice reunir dos textos "límite", es una colección de máximas en las que el poeta se centra en los conceptos de alma, eternidad, deseo, placer y caos.
–Perfecto es aquel que adecua su yo interior a la realidad exterior –continúa el poeta–. Eso te lleva a vivir en paz y en armonía contigo mismo. Yo he alcanzado la perfección a nivel de la escritura. Yo he escrito, con Monte de Goce, Taki Onkoy, Angelus Novus y Albus, mil doscientas páginas del proyecto total de ética que suman un libro sagrado al cual hay que acercarse con cierta unción, como se acercan los jóvenes de lingüística de la Católica.
–Hay gente que pensará que eres pedante.
–Bueno, yo he logrado armonizar en mi interior los contrarios de un modo tal, y siguiendo el modelo taoísta, que puedo considerarme un ser perfecto.
"Quizá se trate de razonamientos que pertenezcan a un universo paralelo, donde una silla es igual a un microbús", continúa Montoya tratando de traducir el Baldor poético de Verástegui, "como matemáticas no tiene mucha validez, no tiene valor revolucionario ni nada por el estilo, pero sí valor poético. Es una contribución valiosa porque nos ha hecho pensar". Luego, una idea: "Creo que voy a dictar ciencia para poetas".
Al final de cuentas, algo queda claro: Verástegui, como matemático, siempre será buen poeta.


El camino que has escogido: perfección y sinceridad, te evitará la derrota. La doctrina del Yachay Hanay es una escuela de guerra contra la fatuidad contemporánea, una brújula en la dirección del futuro. Permanece en confianza contigo mismo pues los enemigos tratarán de dividir tu conciencia, convertirte en un Hamlet incapaz ya de tomar (luego asumir) una decisión espontánea y natural. Permanece en tu verdad del amor al conocimiento, permanece en tu desprecio por la vileza de las cosas mercantiles que sólo pueden hacer de ti otro objeto más en el mercado, insensible e inerte, deposición de la náusea. Permanecer en el conocimiento es la causa de que el hombre mejora cada vez más su relación con los hombres, la causa que hace posible la transformación de las condiciones adversas en situaciones posibles.
Extracto de Yachay Hanay (Ventana de Medusa Editores, 2006).


En la foto: Exponiendo su teorema. Verástegui ha reeditado Yachay Hanay, plaqueta que incluye un inquietante tratado de matemáticas. Se presenta el 14 de marzo a las 8 p.m. en el Centro Cultural de España. [Leyenda de Caretas]

Friday, February 23, 2007

Hablando de Asia…

Por José B. Adolph

Desde hace semanas se viene hablando y escribiendo sobre Asia, en huachafo Eisha. Generalmente con críticas, a veces muy serias, sobre discriminaciones, elitismo, etcétera.
Antes de emitir una observación al respecto, quiero advertir que mis recursos no me permitirían colocar ni una caseta de perro en ese lugar.
Dicho esto, y apoyando a todas las críticas justificadas a acciones y comportamientos de algunos o muchos de los allí residentes, quisiera mencionar un hecho que poco o nada tiene de casual: la creciente presencia de artistas e intelectuales, incluyendo a conocidos escritores en eventos allí organizados. Además de todo lo que es y representa la nueva Asia, que se puede resumir en la presencia de los famosos y detestados nouveaux riches = nuevos ricos, que no han pasado por las dos o más generaciones necesarias para adaptarse a tener dinero y favorecer la cultura, ya comienza a manifestarse una verdad prácticamente universal: allí donde está el poder económico, la cultura se sube al tren.
Revísense los grandes centros culturales de la historia, que han irradiado e irradian riqueza artística, filosófica e intelectual. Casi todos o todos han sido y son centros de poder político/económico. Esto viene desde la aristocracia y es asumido poco a poco o rápidamente por la burguesía. ¿Es necesario nombrar algunos? Viena, París, Berlín, Nueva York, San Petersburgo-Petrogrado-Leningrado-San Petersburgo (uffff), Londres, Buenos Aires, México, Tokio, Barcelona, Pekín y Shanghai, en fin.
Naturalmente ha aparecido gran arte en lugares deprimidos, pero con tendencia a emigrar a donde está el centro de la cultura (y del dinero).
Los grandes "románticos" exudarán ponzoña por lo que digo. Muchas veces son los mismos que piden a nuestros escritores y artistas presentarse gratis, "porque es por la cultura". Creen que comemos los ardientes rayos del sol y bebemos los sublimes efluvios de la luna.

Wednesday, February 21, 2007

Frontera

Hacer clic en la imagen para ampliar.

Tuesday, February 20, 2007

Eastwood revisado

CULTURA. Publicaciones:

7 años, 11 números. La revista de cine Godard! sigue en la brega a pesar del –en un porcentaje creciente– 'cualquierismo' de la blogósfera. Tarea no menor que coincide con los previos del Oscar, he allí la revisión al díptico fílmico de Eastwood sobre Iwo Jima. Además: entrevista exclusiva a Agnés Varda, mítica de la Nouvelle Vague; crónica in situ de la Viennalle 2006 (que se autodeclara festival no competitivo), y revisión a la filmografía de Michael Haneke, autor de la espléndida Caché. Eso sí: a soltar más ese humor que se vislumbra en varios textos.


Caretas 1963

Thursday, February 15, 2007

Poesía No Está Callada

Cultural: Se publica nuevo volumen que reúne obra de Martín Adán y llena vacío editorial

Por Rebeca Vaisman

Rafael de la Fuente Benavides nació en 1908 y vivió su niñez y algo de su juventud, hasta 1926, en Barranco. Se muda a Lima, ingresa a la Universidad de San Marcos y empieza a colaborar con poemas en la revista Amauta que dirigía José Carlos Mariátegui. No pasaría mucho para que cediera su lugar al nombre con el que publicó, en 1928, su bellísima obra de juventud, La Casa de Cartón, y con el que firmaría casi cinco décadas de poesía: nace entonces Martín Adán.
Nombre que se tornó leyenda incluso mientras el vate vivía: su figura, que aparecía gris y hosca en nocturnas calles limeñas, concitaba la curiosidad que lo rodea ahora, a veintidós años de su muerte ocurrida en 1985. Entonces su bohemia y conocido alcoholismo, los retiros voluntarios a sanatorios como el Hospital Larco Herrera y la terca distancia que impuso, más adusta en los últimos años, despertaban tanto interés como su prolífica y reconocida obra. Los años han asegurado el mito, mas no necesariamente el conocimiento de su poesía.
Por ello, resultan necesarias iniciativas como las del Rectorado de la Universidad Católica que, con edición, prólogo y notas a cargo de Ricardo Silva-Santisteban, publica Martín Adán. Obra Poética, En Prosa y Verso. El volumen reúne buena parte de los textos del vate barranquino: ahí están, entre otros, La Casa de Cartón (1924-1927), fragmentos del nunca publicado Aloysius Acker, poemas de La Rosa de la Espinela (1939) , Travesía de Extramares (1929-1946), La Mano Desasida (1961) y Diario de Poeta (1966-1973), entre otros libros y escritos sueltos.
"Casi toda su obra se ha conservado viva, lo que es muy importante, pues hay poetas que se leen mucho en determinado momento y después ya no se leen más. Es cierto que es un poeta difícil; que, quizás, sus formas no tengan tanto atractivo para un joven que prefiera el verso libre. Pero La Casa de Cartón, por ejemplo, nunca se ha dejado de reeditar y leer, desde su publicación", explica Silva-Santisteban. "Sin embargo, hace tiempo que no aparecía una edición con sus obras. Cuántos jóvenes no las conocen simplemente porque ya no encuentran los libros".
Luego de La Casa de Cartón, que es "el mundo visto a través de los ojos de la juventud", como afirma en el prólogo, encuentra que la poesía de Adán se empieza a hacer desgarrada. Y va cambiando: si en Sonetos a la Rosa escribe: "La rosa que amo es la del prudente", más tarde, en Travesía de Extramares se lee: "La rosa que amo es la del esciente". "Al corregir, cambia muchas palabras y nos obliga a ir al diccionario", dice Silva-Santisteban. "La frescura inicial de estos poemas está un poco velada por cultismos. Lo que no ocurre en Diario de Poeta, por ejemplo, donde sólo está el poeta frente al mundo y a Dios".
Entiende por qué las anécdotas en torno a la figura de Adán –graciosas, algunas; tristes, muy tristes, otras- pueden suscitar "la fijación" de la gente. Sin embargo, piensa que este es el camino errado para acercarse a su obra: "Porque aunque su vida la alimenta, Adán no es un poeta biográfico: me parece que su poesía está cerca de la filosofía, en la medida en que está siempre ahí la condición humana. Pero cuando habla del hedor o del sufrimiento, está hablando de su experiencia. Es una poesía genuina", precisa Silva-Santisteban.
Acompañan al volumen diversos retratos e iconografía de Adán, y un disco que constituye vital aporte de esta nueva edición: dos grabaciones de lecturas realizadas por el poeta. La primera, de 1964, cuando tenía cincuenta y seis años. La segunda, de 1984, cuando contaba con setenta y seis, casi un año antes de morir: de su voz, que ya acusaba la edad, el cansancio y la enfermedad, se pueden escuchar –aún entre los ruidos secos del hospital en donde se hizo la grabación original– los versos que tantas veces se han evocado al nombrar al poeta:
Si quieres saber de mi vida,
Vete a mirar al Mar

En la foto: [Ricardo] Silva-Santisteban tuvo antes a su cargo, en 1980, la edición de la obra completa de Adán. [Leyenda de Caretas]

Sunday, February 11, 2007

Escribe sobre Abimael

Santiago Roncagliolo publicará en octubre un libro con estilo periodístico sobre el líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.

El escritor peruano Santiago Roncagliolo indicó en la ciudad portuguesa de Póvoa de Barzim que su nuevo libro, titulado La cuarta espada, es una especie de reportaje y biografía novelada a partir de testimonios de la gente que conoce de cerca al terrorista.
Roncagliolo, que actualmente reside en Barcelona (España), explicó que al estar su libro planteado como una novela, con los habituales recursos literarios, puede mantener con más facilidad la distancia, sin entrar a juzgar al protagonista, porque evita la posibilidad de opinar."El genero más apropiado para contar lo que sucede en este tipo de situaciones ya no es el ensayo político o la reflexión que se escribe sentado en una mesa, sino el reportaje, la crónica que se hace viajando y preguntando", declaró Roncagliolo durante el encuentro literario luso "Correntes d’Escritas", que concluyó ayer.
El autor de Pudor comentó que inició este proyecto después de escribir un reportaje para el diario español El País, lo que suponía una ventaja puesto que los militares y Sendero Luminoso confían más en la prensa extranjera al considerar que está menos mediatizada, y estaban dispuestos a decir cosas que antes no habían dicho.
El literato peruano agregó que cuando presentó en su país su novela Abril rojo, merecedora del Premio Alfaguara 2006, pudo recoger importantes testimonios gracias a su perspectiva privilegiada al ser un escritor peruano.

Battlegrounds Real and Fictional

By Daniel Alarcón*

In 1980, there were many reasons to be optimistic about the future of Peru, most significantly, the restoration of democracy after twelve years of military dictatorship. The same man who’d been deposed in1968 was returned to the presidency, and the elections had gone off with relatively few disruptions. Some ballots were burned in a town called Chuschi, in the province of Ayacucho, but this was anecdotal really, and nothing worth paying attention to. It was the year my family left for the United States, and very few people had any idea what was coming. We certainly didn’t.
We left and made our lives in the southern United States, and Peru existed, in those days before CNN and the internet and cheap international phone calls, as a rumor, more or less. We exchanged letters and audio cassettes with family back home. News was always hard to come by, and if a daily paper or a weekly magazine from Lima arrived, these were devoured. By the mid 1980s, the news had taken on a grim tone. Chuschi turned out to be not so insignificant after all—that act of armed civil disobedience had been the opening salvo in a war that would last over a decade. Ayacucho and a handful of other provinces were declared emergency zones. It was all still faraway, but one had the sense that trouble was coming. The city of Lima, naturally, ignored the war as long as it could.
Which wasn’t so difficult to do. The worst of it was taking place far from the city, in the countryside, in the sierra, in isolated Andean villages, where the Shining Path demanded loyalty from besieged villages, while the armed forces meted out often indiscriminate punishment upon the same terrorized residents. The conflict pushed thousands from their homes and toward the relative safety of the coast, and these displaced came from the same marginalized class the state had always ignored: poor, indigenous, rural, Quechua-speaking Peruvians. They filled the slums of the city, and the war came with them, to the place where it had always belonged: after all, the intellectual authors of the war were not campesinos—they were urban, educated, and angry. Lima, the seat of power in a highly centralized state, was the logical target. In the city, the war took the form of blackouts, kidnappings, and car bombs. In July 1992 alone there were nearly 300 guerrilla attacks in the Peruvian capital. Torture, extrajudicial executions, mass graves—all the hallmarks of a clumsy state response to an enemy it does not understand—these, too, migrated to the coast. All told, some 70,000 were killed in an armed conflict that lasted more than a decade.
Of course, in some surprising ways, the war is still being fought. A Peruvian writers’ conference hosted last year by the Casa de America in Madrid, began as a discussion of the national literature of the last twenty-five years and quickly became a messy airing of grievances, degenerating into an extended shouting match that stretched on for months. In the weeks after the gathering, the arguments played out in the pages of Lima’s various newspapers, and again, it came down to a question of access: which authors were being accepted by the elites (or the perceived elites), which were being ignored, and why. Who controlled the publishing in Peru, and how this power was wielded—who, in other words, was allowed to tell the story of the conflict. For the purposes of simplifying a much more complicated debate, a convenient shorthand was created—Andean versus Creole. This reductive binary gave birth to others: brown versus white, supporters of Maoist terror versus those who preferred the state-sponsored variety, those working with Indigenous narrative traditions versus those writers more self-consciously cosmopolitan, and on and on.
I don’t think I’ve ever felt less Peruvian than I did at that conference, watching the conversation deteriorate, the factions impose their fearsome logic. A discussion I found to be inane was carried on passionately by people whose intelligence and integrity I never questioned. From an outsider’s perspective—mine—it seemed that this proliferation of false dichotomies was the function of a great and unfinished trauma. Clearly, the war, its scarring, was much worse than I had considered. Nearly fifteen years after the dismantling of Shining Path, five years after the fall of the Fujimori dictatorship, there was still little room for nuanced dialogue about what had happened.
It has been said that Peru’s literature is only now beginning to come to terms with its violent past. This is not entirely true: novels and stories and plays have been diagnosing the schisms of Peruvian society for decades—before, during, and the in immediate aftermath of the war. If anyone had wanted to know the shape of the coming conflict, he had only to read the work of José María Arguedas, for example, to know it would not be pretty. Perhaps a more accurate statement would be that the heat of the conflict and the resulting polarization of society obscured our ability to assess much of the work that was being written and published. Official Peru was under siege, and any literary attempt to understand the conflict as it was—complex, multilayered, with root causes that were in themselves indictments of the national project—could be interpreted as apologia for terrorism. A struggle between good and evil was being fought, and any piece of writing that did not begin from this premise was dutifully and necessarily ignored.
Many American readers will recognize these circumstances, of course, and nor is Peru the first country to sacrifice its appreciation of literature and art to the Manichean logic of war time. But this has passed, and the creative explosion taking place in Peru today is testament to one of the more hopeful truths about artistic recovery: though the reality described may seem fraught beyond reckoning, the texts that survive are sometimes able to redeem it.
In selection these texts, Juan Manuel Chávez and I began from the premise that an exhaustive or comprehensive view of the war and its impact on Peruvian writing is imposible. We looked at wide array of short fiction and picked texts that we hope will add to a conversation we feel is long overdue. There are literally dozens of writers we could have included here, writers of merit who deserve to be read: Luis Nieto Degregori, Alonso Cueto, Pilar Dughi, Guillermo Niño de Guzmán, to name just a few. The idea behind this portafolio was simply to provide a snapshot of country through its literature.

* A Public Space 3, New York, winter 2007, 121-123.

Thursday, February 08, 2007

José Antonio Villarán

Foto Carnet:

Por Teresina Muñoz-Nájar

Graduado de la facultad de Creación Literaria en San Francisco State University, José Antonio presentó en Lima su primer libro de poesía: La distancia es siempre la misma, editado por Matalamanga.

¿Cuándo sabes que debes escribir un poema?
Cuando los dientes ya no aguantan más angustia.

¿Qué te impide escribir un poema?
Demasiados domingos por la tarde.

Pessoa decía que escribir poesía era "su peculiar manera de estar solo". ¿Tú sientes lo mismo?
Escribir es definitivamente un refugio para mí, una manera de entenderme, de ser, de estar, de crear una especie de soledad dentro de todo el ruido.

¿Cuánto de tu mundo privado sale en tus poemas?
Más de lo que jamás imaginé posible. Creo que hay mucho de mí en lo que escribo, mucho de lo que siento y me pregunto día a día.
¿Qué posibilidades te da la poesía?
Me encanta lo poco comercial que es. Te da la posibilidad de realmente seguir tu línea, de ser fiel a tu compromiso. No hay tanta necesidad de ser famoso para vender o nada por el estilo, eres tú y lo que haces, punto.

Haberte graduado en creación literaria, ¿te permite hacer mejores poemas?
Lo dudo, pero me dio otro panorama, otra manera de acercarme a la página, de entender mi propio proceso creativo, y eso definitivamente tiene algo de valor.
¿Cuánto te importan las palabras?
Soy fanático del lenguaje, es mucho lo que se les puede sacar a las palabras, pero tampoco soy esclavo de ellas, a veces simplemente no sirven.
La poesía ¿es el misterio de todas las cosas?
Creo que es otra pregunta, un misterio en sí, otra manera de cuestionar, de establecer una postura frente a la vida.
¿Cuán importante es publicar?
Todo escritor ha sido lector primero, y ha sentido esa comunión que se puede lograr a través del lenguaje. Publicar facilita ese afán de compartir, de comunicarse con otros seres humanos, y para mí eso es importantísimo.
¿Se puede saber cómo es una persona a través de su poesía?
Definitivamente se le puede atribuir mucho a una persona de acuerdo a lo que escribe, pinta, compone, dice, hace o no hace; pero al fin y al cabo siempre hay un grado de incertidumbre que es ineludible. Uno nunca sabe.
¿Qué es lo que más ambicionas?
Nunca aflojar.
¿Cuán necesario es leer poesía?
La poesía nos entrena a percibir diferente, a entender y a codificar la realidad de otra manera. Obliga a la mente a practicar acrobacia, eso es bueno.
¿De qué libro no te podrías separar?
De ninguno, todos son prescindibles, especialmente los que más me gustan.

¿La poesía, cómo decía Neruda, es un acto de paz?
Por supuesto, pero ni fregando. La poesía es más guerra que Israel y Palestina, así como también es la calma, y también es la guerra… y así sucesivamente hasta que alguien se aburra.

Luchito 'The Kid'

Cultural: El vate Luis Hernández en nueva publicación que lo desmitifica: ni suicida ni poeta maldito

Por Maribel de Paz

Billy The Kid, Luchito Hernández o LH, según se prefiera. Campeón de peso welter, Gran-Jefe-Un-Lado-Del-Cielo, poeta. También médico cirujano, en sus cuadernos Luis Hernández se inventó todas las personalidades paralelas que quiso y creyó saber perfectamente qué inyectarse cuando le dolía el estómago, la espalda o el mundo. A la vena: unos cuantos mililitros de Sosegón. Al alma: cantidades ingentes de poesía.
Han pasado treinta años desde que Hernández abandonara sus vereditas de Jesús María para terminar en los rieles de Santos Lugares, en Argentina, golpeado por el tren que lo embistió como la vida misma. Pero esto no es novedad. Sí lo es la más reciente exploración por los recovecos de la vida de Hernández. Rafael Romero, periodista de las canteras de la Universidad Católica de Chile y de la UPC en Lima, y colaborador, entre otras, de la revista argentina de poesía Tsé Tsé, viene braceando desde hace más de un lustro tras los pasos del poeta y está pronto a publicar con Matalamanga La Armonía de H – Vida y Poesía de Luis Hernández Camarero, donde pretende desmitificar al vate y contradecir su fama de poeta maldito y suicida homosexual.
Aficionado a los toros y a las mujeres casadas (según afirman en el libro, entre otros, su nana Teodora Horna), dueño de un guardarropa tan blanco como para comercial de detergentes y autor de una de las obras poéticas más escurridizas de la historia peruana, el vate se desliza ligero de tormentos por entre las 450 páginas del libro de Romero. Este, a su vez, pasea su alto perfil encorvado y sus patillas que se esfuerzan por homenajear a Hernández por las callecitas empinadas de un barrio acomodado de Surco. "Si lees mucho de lo que hay escrito sobre Hernández, lo vas a ver como un compadrito, y Hernández de compadrito no tenía nada. Aquí hay dos factores de los cuales me he cuidado: no hacer de él ni un demonio ni un héroe", explica Romero.
Luego de entrevistar a más de sesenta personas ligadas al poeta, de descubrir que este nunca quiso ser sacerdote, de perseguir sus últimos pasos por Argentina, de aprender a leer pentagramas y de zambullirse en el universo de las teorías cósmicas de Johannes Kepler, Romero promete desenredar la constelación de mitos tejidos alrededor del poeta. "Hernández tuvo un accidente", arremete contra la teoría del suicidio, "el parte médico dice que el poeta murió por golpes, no destrozado. Incluso he tenido acceso a la ropa que él llevaba puesta ese día, pero no te cuento más, para mantener el suspenso".


La Sinfonía de Hernández
A la par que un buen número de documentos inéditos entre fotografías, certificados e imágenes de cuadernos nunca antes vistos, Romero ofrece su personalísima teoría sobre el proceso creativo de Hernández, en el que su afición por la astronomía cobra nuevo vuelo: "Quiero que la gente entienda cuál era el rollo de H: alucinar la vida a través de la música. Hernández basó la estructura de algunos de sus poemarios en discos como el de Peter Highsmith y Charles Ives, el de la Sinfonía del Universo, lo cual está muy ligado a las armonías del mundo de Kepler".
Con el sueño del telescopio propio cumplido desde los trece años, LH practicaba radioastronomía con la misma dedicación con la que luego dibujaría pentagramas y prepararía sus cuadernos. "La premisa fundamental de este libro es que Hernández tuvo una visión de la poesía en la que se juntan música y cielo", explica Romero y recuerda las palabras de Kepler: "el movimiento celeste no es otra cosa que una continua canción para varias voces para ser percibida por el intelecto, no por el oído, una música que a través de sus discordantes tensiones, a través de sus síncopas y cadencias progresa hacia cierta predesignada cadencia para seis voces y mientras tanto deja sus marcas en el inconmensurable flujo del tiempo".


El doctor Sosegón
Con síndromes de abstinencia brutales por la eventual falta del calmante Sosegón (pentazocina), un opiáceo sintético que suele usarse solo a nivel hospitalario y al que LH, intolerante al dolor, terminó entregándose desmesuradamente, el poeta fue ingresado a la Clínica García Badaraco en Buenos Aires. De ahi, escapó porque lo que en realidad a él le gustaba era sentir el sol y treparse a algún bote para mirar la Costa Verde desde el mar. "El cuadro clínico que presentaba era de iatrogenia (la equivocación del diagnóstico médico y la consecuente adicción a un medicamento). Normalmente se ha dicho que él se volvió adicto por una cuestión psicológica, pero había una causa física grave que detallo en el libro", dice Romero. También asegura que el suyo no es un relato edulcorado y que en su último año de vida Hernández (que se ganó el apelativo de "doctor Sosegón") ya no era Hernández, que sufrió muchísimo y tuvo más de un encontronazo violento, como el que armó en casa de un conocido cuando no lo dejaron tocar el piano.
Amante de las esquinas, los bares, el sol y el cielo, Hernández les huía a los periódicos, buscaba la coherencia y en una de las poquísimas entrevistas que concedió declaró que lo único que le importaba era vivir. Descrito por Romero como “uno de los pocos bucaneros contraculturales que ha tenido nuestro país”, LH es el poeta que no persiguió honores y que escribió versos como este: "Los Laureles / Se emplean / En los poetas / Y en los tallarines". Y apelando a esa misma socarronería, Romero reniega de la "imbecilidad institucionalizada" que ha rodeado mucho de lo que se ha escrito sobre el poeta, y que hace de una investigación sobre la vida y obra de Hernández algo así como un internamiento "en una dimensión de conflictos sexuales, alcohol, drogas, desmanes y callejones sin salida. Todo parece indicar que no se puede ir más allá, será vano. Tuvo 'una vida signada por azares y tragedias'. Entonces es preferible tomar estas advertencias. Las exégesis lo dicen: por su vida sólo cruzaron gatos negros. No se dé un paso más. ¡Bu!". Prohibido asustarse.
En la foto: "Se dicen muchas cosas, pero ¿cuándo carajos empezó a escribir este tío? Fue en 1959", explica Rafael Romero (derecha), quien entre otros documentos ha hallado imágenes inéditas del cuaderno "Arthur Rimbaud" (izquierda), elaborado entre 1975 y 1976. "El tema Rimbaud es así: LH tiene una lectura muy particular de él, porque no es el Rimbaud adolescente que adora la locura y escribe 'muérase Dios' en las bancas de las iglesias el que le interesa, sino el que habla de armonía en sus Iluminaciones". [Leyenda de Caretas]

Tuesday, February 06, 2007

Seminario Internacional de Hermenéutica

Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Facultad de Letras y Ciencias Humanas - EAP de Filosofía
Revista Iberoamericana de Filosofía SOLAR
Sociedad Peruana de Hermenéutica


SEMINARIO INTERNACIONAL DE HERMENÉUTICA
19 – 22 de febrero 2007

Lunes 19 de febrero
9:30 am – 10 am
Inauguración:
Decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas
Director de la Escuela Académico Profesional de Filosofía


10 am – 11: 30 am
Conferencia:
“Hermenéutica de la encrucijada. Fundamentos para una hermenéutica analógico-crítica.”
Ponente:
Dr. Francisco Arenas-Dolz (Universidad de Valencia)
Comentadores:
Alan Pisconte Quispe (UNMSM)
Rubén Quiroz Ávila (Universidad Complutense de Madrid)
Moderador:
Jorge Quispe Cárdenas

11:30 – 1 pm
Conferencia:
“Estética y hermenéutica: Diálogo con Gianni Vattimo”
Ponente:
Dr. D. Jacinto Rivera de Rosales (Vicedecano de la Facultad de Filosofía de la UNED)
Comentadores:
Lic. Andrés Piñeiro (Universidad San Martín de Porres)
Lic. Augusto del Valle (PUCP)
Moderador:
Santiago Ortega

Lugar: Auditorio de la Facultad de Letras UNMSM

7 pm
Presentación de libros:
Jesús Conill, Ética hermenéutica. Crítica desde la facticidad,
Tecnos, Madrid 2006.
Mauricio Beuchot & Francisco Arenas-Dolz (directores), 10 palabras
clave en hermenéutica filosófica, VD, Estella 2006.


Presentadores:
Dr. Francisco Arenas-Dolz (Universidad de Valencia)
Dra. Teresa Oñate y Zubia(UNED)
Dr. José Carlos Ballón (UNMSM)

Lugar: Centro Cultural de España

Martes 20 de febrero
10:am – 11: 30 am
Conferencia:
Hermenéutica espiritual y ontología del límite
Ponente:
Dra. Teresa Oñate y Zubia (UNED)
Comentadores:
Mg. Miguel Angel Polo Santillán (UNMSM)
Lic. Víctor Samuel Rivera (Universidad Federico Villarreal)
Moderador:
Saúl Rengifo Vela

11:30 – 1 pm
Mesa redonda:
“La hermenéutica contemporánea”
Participan:
Dr. Oscar Barreda (Universidad San Agustín de Arequipa)
Mg. Zenón Depaz Toledo (UNMSM)
Dr. Santiago López Maguiña (Director del Instituto de Investigaciones Humanísticas-UNMSM)
Dra. Yolanda Westphalen (UNMSM)
Moderador:
Iván Abrill Mendoza

Lugar: Auditorio de la Facultad de Letras UNMSM

7 pm
Homenaje y Conversación con Vattimo.

Presentan:
Rubén Quiroz Ávila (Universidad Complutense de Madrid)
Ricardo Ramón (Director del Centro Cultural de España)
Participan:
Dr. Gianni Vattimo (Italia)
Dra. Dña. Teresa Oñate y Zubia (UNED)
Dr. D. Francisco Arenas-Dolz (Universidad de Valencia)
Dr. D. Jacinto Rivera de Rosales (Vicedecano de la Facultad de Filosofía de la UNED)
Lugar: Centro Cultural de España

Miércoles 21 de febrero
Entrega del Doctor Honoris Causa al Dr. Gianni Vattimo
Lección Magistral del Profesor Vattimo: “Religión y Violencia”.
Laudatio a cargo del Profesor José Ignacio López Soria
Lugar: Casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Jueves 22 de febrero
10 am – 1pm
Homenaje y conversación con filósofos peruanos

Presentador:
Percy Encinas
Participan:
Dr. Gianni Vattimo (Italia)
Dr. Francisco Miró Quesada Cantuarias (Sociedad Peruana de Filosofía)
Dr. José Ignacio López Soria (OEI)
Mg. José Carlos Ballón Vargas (UNMSM)
Mg. Zenón Depaz Toledo (UNMSM)
Mg. Miguel Ángel Huamán (UNMSM)

Lugar: Auditorio de la Facultad de Letras UNMSM

Viernes 23 de febrero
10 am – 12:30 m
Proyección de la película:

“Gadamer un maestro del siglo XX”.
(Duración aprox. 2: 30 h). Serie completa de seis programas de televisión del espacio: “Voces del Pensamiento”, dirigido por la Profesora Teresa Oñate. CEMAV (Centro de Estudios de la Imagen)-UNED. Este Programa de Filosofía en Televisión se emite por Televisión Nacional de España Cadena 2 (TV2). En la Serie-Gadamer participan profesores de máximo relieve, especialistas en hermenéutica y corrientes actuales de pensamiento. La realización estética ha corrido a cargo del Grupo Palimpsestos: Investigaciones Estéticas y Políticas de la UNED.
12: 30 m.
Presentación de libros

Modera: Rubén Quiroz Avila
Teresa Oñate. Para leer la metafísica de Aristóteles en el siglo XXI.
Ed. Dickynson, Madrid, 2001.
Teresa Oñate con la colaboración de Cristina García Santos: El nacimiento de la filosofía en Grecia. Viaje al inicio de Occidente.
Ed Dickynson,Madrid, 2004. Con CD.
T. Oñate, C.Gª-Santos, M.A.Quintana: Hans Georg Gadamer. Ontología Estética y Hermenéutica. Ed. Dickynson, Madrid, 2005. Con DVD
T. Oñte,C.Gº.Santos y M.A. Quintana: Hans Georg Gadamer. El Logos de la Era Hermenéutica. Ed.UNED. Éndoxa--Fac. Filosofía, Madrid, 2005- Con DVD.

Teresa Oñate. Ética de las verdades hoy. Homenaje a Gianni Vattimo.
Ed.UNED- Aula Abierta. Madrid, UNED, 2006. Contiene DVD.
Jacinto Rivera de Rosales y Mari Carmen López: El cuerpo. Perspectivas filosóficas. Ed. UNED-Estudios, Madrid, 2002.
Jacinto Rivera de Rosales: El cuerpo del sujeto. Madrid, UNED, 2002.

Clausura y pisco de Honor
Palabras del Coordinador General del Seminario

Lugar: Auditorio de la Facultad de Letras UNMSM


Organizan:
Escuela Académico Profesional de Filosofía
Revista Iberoamericana de Filosofía SOLAR
Sociedad Peruana de Hermenéutica
Coordinador: Rubén Quiroz Ávila

Auspicia:
Centro Cultural de España- Embajada de España
Organización de Estados Iberoamericanos
Universidad Inca Garcilaso de la Vega

INGRESO LIBRE

Monday, February 05, 2007

Índice

Zevallos Aguilar, Ulises Juan, Takahiro Kato y Luis Millones (editores). Ensayos de cultura virreinal latinoamericana. Lima: Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2006, 218 pp.

INDICE

Introducción 9

Maureen Ahern. Ídolos y santos: los espacios imbricados de guerra ritual y martirio en el noroeste novohispano 13

Santa Arias. La visión nahua ante la conquista espiritual: Milenarismo e hibridez en los Anales de Juan Bautista 33

Gordon Brotherston. Gesta de la América tropical inscrita en piedra verde. Ubicación preliminar 53

Catherine Julien. Titu Cusi Yupanqui amenaza la guerra 79

Takahiro Kato. Hacia una etnohistoria de Apu Ollantay 99

Mariselle Meléndez. Cuadros visuales sobre la mujer indígena en Trujillo del Perú: la historia como museo, 1782-1785 137

Luis Millones-Figueroa. Filosofía e historia natural en el Inca Garcilaso 159

José Rabasa. Ecografías de la voz en la historiografía nahua 177

Saturday, February 03, 2007

Ciudad Fantasma

Residencial sin residentes. Imágenes estáticas fuera del tiempo. Atmósferas lúgubres de un horizonte urbano gris. La exposición "Residencial San Felipe", que se inaugura el próximo siete de febrero en el Museo de Arte de Lima, muestra el trabajo realizado en dicho icono urbano de Lima por los fotógrafos peruanos Philippe Gruenberg y Pablo Hare desde el año 2003. Ambos, miembros fundadores del colectivo Espacio La Culpable, se embarcaron en este proyecto como parte del poemario San Felipe Blues, de Bruno Mendizábal. Ahora, la obra podrá apreciarse en su conjunto en la nueva sala de fotografía del MALI.

Thursday, February 01, 2007

Garcilaso, Padre de Macondo

Cultural: En defensa de los indios, el Inca inventó una ciudad rebelde y temida

Por César Lévano

El autor de Comentarios reales publicó una historia de la expedición de Hernando de Soto a La Florida. En ésta introdujo, en justiciero contrabando, tres páginas sobre una inexistente ciudad, que la doctora Rolena Adorno considera precursora de las ciudades imaginarias de Gabriel García Márquez y Juan Rulfo. Veamos por qué.

Que el Inca Garcilaso de la Vega sea precursor y a lo mejor inspirador del Macondo de Gabriel García Márquez y el Comala de Juan Rulfo puede parecer ocurrencia liviana. Sin embargo, esa es la académica tesis de Rolena Adorno, quien hace un cuarto de siglo había publicado, con John V. Murra, la edición crítica de El nuevo corónica y buen gobierno de Guamán Poma de Ayala.
El escrito de Adorno viene en un libro de título elocuente: Franqueando fronteras. En efecto, el libro ha sido publicado simultáneamente, franqueando idiomas, en Estados Unidos y en el Perú. Su explicativo subtítulo es: Garcilaso de la Vega y La Florida del Inca.
Sabido es que Garcilaso publicó en Lisboa, en 1605, su historia de la expedición de Hernando de Soto para conquistar La Florida. El ilustre peruano tenía entonces 66 años de edad.
El libro que ahora comentamos ha sido publicado en Lima por la Pontificia Universidad Católica. Edición, introducción y cronología, así como un ensayo sobre culturas y territorios en La Florida del Inca corresponden a Raquel Chang Rodríguez.
El volumen contiene trabajos de autores ilustres, pero sin duda el más atractivo para el lego es el titulado "De Guancane a Macondo: La Florida del Inca y los albores de la literatura latinoamericana".
Tras un rastreo de crónicas, coordenadas geográficas, toponimias, mapas, libros, Adorno examina el texto total del Inca y señala en qué testimonios o crónicas se basa, puesto que él nunca estuvo en La Florida. Pero de pronto se da con lo que podemos llamar una superchería justiciera. El Inca describe una ciudad, Guancane (no confundir con la puneña Huancané), que simplemente no ha existido nunca.
Garcilaso dice ceñirse a un testigo, pero no lo nombra, y todas las indagaciones conducen a una sola conclusión: imaginó esa ciudad –y no por gusto.
La "crónica" de Guancane ocupa menos de tres páginas de las 471 de la edición de La Florida que el Fondo de Cultura Económica imprimió en 1956, con fino y erudito prólogo de Aurelio Miró Quesada.
De Soto, cuenta Garcilaso, no se atrevió a parar en Guancane, cuyos habitantes "mostraron el odio que les tenían (a los españoles) y desearon pelear con ellos".
"Aunque no se atreve a anunciarlo como tal", dice la doctora Adorno, "Garcilaso ha creado una utopía indiana".
Si Comala, la población creada por Rulfo, es un cadáver dejado por la violencia, la Macondo de García Márquez es criatura nacida de la violencia, señala. "La característica de conflicto potencial y la violencia amenazadora que Garcilaso ubica en su Guancane resulta ser un germen que se explotará en épocas posteriores".
En su extraordinario libro El continente vacío, (ANAYA & Mario Muchnik, Madrid, 1994), minuciosa requisitoria contra la violencia destructora de culturas en la conquista hispana, el español Eduardo Subirats considera que Garcilaso y Guamán Poma intentaron una reestructuración conceptual "en el orden de una sociedad ideal –la ciudad literaria de las crónicas y relaciones de Indias– del destruido cosmos de las altas civilizaciones americanas". Esa reflexión cobra, a la luz de Rolena Adorno, ingente sentido.

En la foto: El Inca Garcilaso de la Vega en poco conocido retrato por José Sabogal. [Leyenda de Caretas]

El ojo que llora…de risa

La controvertida obra de Lika Mutal. [Leyenda de Caretas]

Mujeres Ilustradas 2

Mujeres Ilustradas

Retratos de limeñas inspiran colección de arte utilitario

Por Daniel Flores Bueno

Omar Vite es un diseñador e ilustrador peruano que comenzó hace poco más de seis meses a retratar a las mujeres más guapas, sofisticadas o sexys con las que se cruzaba en la ciudad de Lima. “Todo nació de una imagen: una chica, a través de la ventana de una combi, escuchando música por unos audífonos. El siguiente paso fue convertir esa imagen en un dibujo”, cuenta Omar. Así nacieron una serie de ilustraciones agrupadas bajo el título ´¿Quién entiende a las mujeres?´ Según él: “Una manida pregunta sobre lo impredecible y complejo que puede ser el sexo femenino”.
Las ilustraciones de Omar, uno de cuyos referentes es el artista uruguayo Jordi Labanda, pronto se reunieron en un blog (http://omar-vite.blogspot.com) con visitantes de lugares tan variados como España, Belice, Israel, México, Estados Unidos o Italia. Los buenos comentarios y la sugerencia de un par de amigas lo llevaron a convertir sus dibujos en objetos: libretas, azafates, posavasos o bolsos. A los cuales les ha ido muy bien en dos tiendas especializadas en arte utilitario: Delirio (Emilio Cavenecia 290, San Isidro) y Zipper (Boulevard de Asia).
“Mis dibujos son de chicas urbanas. Es la que detiene el tráfico cuando cruza la avenida más transitada de Miraflores, la que espera una combi en un paradero de Javier Prado, la que estudia aviación comercial en un instituto de la avenida Arequipa, la modelo que toma un poco de sol en Waikiki o veranea en Asia, la anfitriona que reina en el Motor Show, la que compra bisutería en el Barrio Chino. La idea es que sean mujeres que se puedan reconocer en las ilustraciones. Más de una me ha dicho: “¡Oye, yo me parezco a esta!” o “conozco a una amiga que es igualita, ¿será ella?”.

Todas Somos María

Gisela Valcárcel, nacida en la Victoria y actual residente del Golf de San Isidro, solidarizándose en cuerpo y mandil con las discriminadas de "Eishia". [Leyenda de Caretas]