Wednesday, June 28, 2006

Informe de lectura sobre bomb4rd3r0

Sinopsis:

La mañana del 11S, el protagonista mira cómo televisión le transmite, en vivo y en directo, la muerte de una ex novia llamada Rachel. Este acontecimiento genera un tumultuoso tránsito sentimental que lo lleva a rememorar viejas heridas de amor sobre el telón de fondo de la Primera Guerra del Golfo, el Graal atómico y las conflagraciones de fin de siglo que desembocan en la actual guerra de Irak, para terminar proyectando su última relación el año 2018 –diez años después– en un piso del nuevo World Trade Center.
El discurso está lleno de referentes a la cultura de masas (música electrónica, cine, tv y literatura de ciencia ficción) escrito con ritmo trepidante y desborda una historia que discurre en paralelo con centenares de memorias subalternas cuya aparente disociación termina nutriendo la historia central: la desintegración del mundo moderno, la eterna imposibilidad del amor, la tragedia como metáfora interior. Una tragedia que se atempera y se adelgaza en la progresión de su propio humor negro.
Es, pues, una novela de amor y de guerra. Y también una novela de viaje: está Londres (oscura y electrónica), Ámsterdam (sexual, andrógina, libérrima y festiva), Berlín (ametrallada por el uranio y los teclados electrónicos), Tokio, Hiroshima y Nagasaki (paisajes amarillos sombreados por el hongo nuclear), Madrid (cabalgando en un apocalíptico Quijote de Bagdad a Atocha), Buenos Aires (mil imágenes paganas en la aquí llamada "Ciudad de la furia") y Nueva York, blanco de todas las alertas terroristas y pivote central de una novela que en 800 o acaso 1000 páginas se quiebra con la aterradora lentitud de sus Torres Gemelas.
Y también está Lima, llamada "Nubegris", plúmbea ciudad maldita/locus amoenus que juega como centro de gravedad de los combates particulares de un protagonista absorto ante el avance incontenible de las armas de destrucción masiva, los noticieros de Tv, las drogas de diseño, los virus informáticos, la soledad de los amores y demás maquinarias de muerte: 11S, 11M, 7J y etcétera.

Derrotero literario:

En este libro hay muchas voces que confluyen, se alternan y yuxtaponen para configurar un estilo que busca ser absolutamente diferente: una prosa de caprichoso barroquismo que incorpora periodismo (centenares de datos exactos) con novela negra, cyberpunk y filosofía combinada con la gélida poesía del rock. Toda la novela está escrita de manera fragmentaria, a manera de samplers que se interconectan logrando una fluidez narrativa que, a falta de definición conocida, podría denominarse "electrónica": crisol de géneros reciclándose inagotablemente en la velocidad de una prosa que parece atrapar la velocidad de los tiempos que corren.
Multi-etnicidad, fragmentación, complejidad, inestabilidad y pluralidad como delineadores de una obra con signos rastreables en postmodernismo, metaficción, discurso científico, teoría del caos, semiótica, postestructuralismo, novela pop, novela postindustrial, nuevo periodismo y cyberpunk.
Es pop por su acopio de superposiciones emulsionadas por una estética dominada por la presencia de la alta cultura: objetos domésticos unificados por una plástica que los profundiza en un río oscuro y subterráneo, a la manera del Pop Art, la Beat Generation y cierto post-estructuralismo (Lacan, Foucault y Derrida) que disuelve fronteras.
En b0mb4rd3r0 confluyen relativismo ideológico, pluralidad étnica, consumismo, conflicto social, discurso científico contemporáneo y existencialismo, delineando un devenir literario enriquecido en sus diversos grados de experimentación formal, ficción historiográfica y literatura comprometida con fuerte componente mimético y realismo postmoderno.
Está el humor, la metaficción y la duda epistemológica a la manera de Thomas Pynchon, el existencialismo a la manera de John Barth, las metaficciones de William Gass, William Gaddis, Raymond Federman o Gilbert Sorrentino. También hay huellas de un Paul Auster atrapado en las redes de los códigos semióticos, el realismo psicológico de Saul Bellow, el minimalismo de Raymond Carver. Está Kurt Vonnegut metaficcionando historiográficamente, al igual que Gore Vidal, Don DeLillo, Joseph Séller, E.L. Doctorow, Toni Morrison, Pamela Sargent, Bharati Mukherjee e Ishmael Reed, con ese humor absurdo que descontextualiza la historia, extrapolándola hasta "ahogarla" en medio de poemas, canciones, sátiras y parodias.
Paralelamente está ese híbrido llamado "nuevo periodismo", con pasajes que recuerdan páginas escritas por Truman Capote, Norman Mailer y Tom Wolfe: novelar eventos reales, renovar el realismo clásico, disolver los límites entre noticia y ficción. Textos como los de William Kennedy, Richard Ford, Joyce Carol Oates y, otra vez, DeLillo, marcan con claridad el derrotero de ese matrimonio literatura-prensa escrita: del realismo postmodernista hacia los diferentes sentimientos de vacío postindustrial que ofrece, por ejemplo, Russell Banks, pero muy especialmente J.G. Ballard: televisión, drogas de diseño, pornografía y todos los terrorismos delineando el presente Milenio Negro.
Se trata también de un libro pintado a la manera de los jóvenes artistas de la vanguardia postmoderna de Nueva York (Tama Janowitz) o los adláteres de las teorías del caos (Eric Kraft), hermanándose en el capítulo final con cierto cyberpunk (esa torsión entre ciencia-ficción y novela culta sumergida en la distopía de un planeta dramáticamente polarizado y poblado por post-humanos). Hay guiños al cyborg de William Gibson y Bruce Sterling. Pero también parece viajar de Flaubert a Douglas Coupland, de Chuck Palahniuk a Roberto Bolaño, de Manuel Puig a Nick Hornby, de Julian Barnes a Michael Moore, de Anne Tyler a Miguel de Cervantes.
En resumen, el libro enfoca, hasta donde sea posible, la redefinición y/o desaparición de los límites y taxonomías impuestos por la poética tradicional, sin perder de vista el canon. Es un libro sostenido en versos y cuentos que se estructuran como una única novela que parodia y experimenta en su propio lenguaje, difuminando los límites entre lo popular y lo intelectual, metamorfoseando la incapacidad del ser humano para fijar sus propios límites físicos y psíquicos. Rasgos rastreables, por lo demás, tanto en la novela europea contemporánea (Umberto Eco, Torrente Ballester, Pérez-Reverte, Lawrence Durrell, John Fowles o Peter Ackroyd) como en los blogs de la Red, esas (no-tan) novísimas bitácoras de viaje virtual.
Razones por las cuales parece sintonizar con los más radicales escritores de nuevo cuño: David Foster Wallace, Jay McInerney, Bret Easton Ellis, Jim Crace, Eloy Fernández Porta, Jonathan Lethem, George Saunders, Irvine Wellsh, Rodrigo Fresán, Chuck Palahniuk, Frédéric Beigbeder, etc., estando especialmente emparentado con el fraseo de Emile Cioran y con Hunter Stockton Thompson en su vertiginoso viaje por la locura del sueño norteamericano.
El "soundtrack" está en manos de la poética de David Bowie.

Valoración:

El texto resulta densísimo, una especie de postmoderno viaje alucinado por lo que podría identificarse como nuestras señas de identidad cultural. Abundan las referencias a letras de canciones, películas, slogans, noticieros de TV y referentes intertextuales que devienen en extrañas incorporaciones a lo que hasta ahora se conoce como novela. El texto se estructura en pequeños párrafos, generalmente de menos de un folio de extensión, en los que no suele haber apenas signos de puntuación y el texto gira con rapidez vertiginosa en torno a visiones, impresiones, recuerdos y complejos juegos con las palabras y los significados.
Es indudable la calidad y el interés de este tipo de prosa, el disfrute del lenguaje por sí mismo, pero no es un libro al alcance de cualquiera, no es fácil de leer y se requiere una enorme sintonía con el mundo del autor para disfrutarlo al cien por cien. Me parece que sólo una editorial vanguardista o un tanto experimental encontraría factible su publicación, aunque dentro de su elitismo y su originalidad, tal vez fuera del alcance de la mayoría.

Madrid, octubre del 2003

1

RESET
HAY AVIONES EN EL AIRE
(Montparnasse 1999 – Nubegris, 2001)

EN EL CEMENTERIO DE Montparnasse, a las seis de la tarde, Rachel sube a la tumba de Cesitar Vallejo y separa las rodillas.

TRES HOJAS DE LIRIO CAEN desde el cielo y una tardía gota de semen desciende cansinamente por su ingle. Estoy completamente exangüe y completamente exangüe intento descifrar en el cielo las trampas del amor: de aquel amor de música ligera nada nos libra, nada más queda. Un avión aparece en el cielo.

DESLIZO MI MANO BAJO su jean y siento el sudor frío en el interior de sus muslos. Una línea blanca se ha formado en el cielo, miro. Aquel sudor con aroma a cripta tardará mucho en secarse, pienso.
—Quiero ser boca fresca, agua mansa, a veces solo ritmo —digo.

DOS AVIONES se cruzan en el aire.

ESTAMOS en el aire.



[Dos años después (11S del 2001)]:


ALGUIEN, EN ALGUN lugar del planeta, está enviando una línea de aviones contra el cielo naranja, a veces rojo, veteado de amarillos, estriado en escarlata, casi rubí.

ALGUIEN SE DISPONE A DESFIGURAR la geometría del globo, alguien quiere borrar las coordenadas, alguien quiere, alguien busca, alguien planea.

ALGUIEN SE DISPONE A PULSAR insistentemente la tecla delete y luego el botón reset y luego todos estarán huyendo de la línea de aviones y de los cuatro pilotos del Apocalipsis: el desarrollo del polvo preside los acontecimientos de la vida, corremos hacia el polvo como si fuera nuestro único destino bajo la atenta mirada de las estrellas.
—Creo que están bombardeando Nueva York.

¿CREO QUE NOS QUIEREN BAÑAR CON LIQUIDPAPER?

HA SIDO UNA NOCHE CORTA, de eso no tengo la menor duda, una noche que corre entre la primera lata de cerveza y las voces de una fiesta que termina ahogándose bajo nubes plomas, fijas y largas que se espesan en cierta tristeza sin color.

LAS NUEVAS SUSTANCIAS trazan ideas en el aire, ideas que se deshacen en el cielo cero de la conciencia como los fragmentos de un avión cargado de pasajeros que va perdiendo altura, que va perdiendo cordura y ritmo y otra vez altura y luego se va perdiendo para siempre: el lenguaje se mueve hollando espacios de ozono sin aire, el lenguaje llena los vacíos de esa gran pantalla cubierta de estática donde los mensajes viajan del pánico al éxtasis hasta envolverse en sonidos de naturaleza geométrica a.k.a. Mdma, mis neurotransmisores están sujetos a las leyes cuánticas del movimiento, a las ondas de probabilidad y a la conversión de las divisiones aerotransportadas en proyectiles altamente combustibles que más pronto de lo previsto han de llover sobre Metrópolis y por eso hacia el amanecer estoy orando en forma de samplers zen o midis gregorianos que llegan y despegan de mi cráneo mediante cables que me conectan a un Dios enfermo, con previa escala en La Virgen.

DIOS ES UNA MAQUINA en estas fiestas, Dios era El Muerto en mis fiestas, Dios era el blanco fijo de un Sísifo empeñado en bañarlo una y otra vez con liquidpaper. En aquellas fiestas viejas éramos como felices latas sin combustible orbitando despreocupadamente por pedazos rotos de noche, ahora los parlantes siguen bombeando canciones de naturaleza residual y yo me sigo moviendo, astroso pero despacio, pero rápido, tomando sin precaución las curvas peligrosas donde declina el beat y empieza el lento, mi cráneo es pesado y persigue líneas, entonces la máquina acelera y se desengrasa en house, entonces cuido mi lengua, vigilo mi sangre, las bisagras de mis ojos dejan pasar solo ♀♀♀ y hacia el final, como en mis fiestas negras, termino refugiándome en la empaquetadura de aluminio del pop lujoso: Velvet Goldmine: bailamos como Iggy, cantamos como Ziggy, fumamos como Corsarios de Guantes Amarillos y Terciopelo Azul, hasta que la aurora de rosados dedos me dice lárgate.

ENTONCES ME ALZO, aligero, me desprendo y despego como si mi cuerpo fuera el tren de aterrizaje de un bMmb4rd3r●→ que deja un último beso de aceite multigrado sobre el lomo de su portaaviones, fijo en su fuselaje.

CONTINUO DE NYC

ATERRIZO EN MI DEPARTAMENTO, vomito un poco, busco el sueño, corto todos los caminos con un Dormex y luego me acuesto y en perfecta paz y armonía con el universo empiezo a soñar:

1.- Es una ciudad inspirada en Metrópolis y Things To Come ascendiendo hacia nubes perfectas, nubes de diseño flotan sobre muelles para c△z△bMmb4rd3r●→s y delirantes lanzadores de neón que se yerguen trazando castillos estriados de luz en medio de la brillante sucesión de rascacielos: los edificios parten desde los 1045.0 pies de la Chrysler en un degradé que alcanza los 1571.7 de Woolwoorth2, 1785.9 de Two Liberty Plaza y 2005.3 del templo cromado de Carnegie, donde es posible esconder dos Empires. Carreteras de cristal suben entre las agujas, atravesadas y vueltas a atravesar por suaves formas plateadas y lisas que se derraman en una suave danza de gotas de mercurio. El aire está preñado de naves: aviones de alas gigantescas, cosas pequeñas, plateadas, velocísimas, a veces una de las formas de cromo de los puentes celestes se eleva con gracia para sumarse a la danza: dirigibles de más de un kilómetro de longitud, cosas con forma de libélula que parecen autogiros, b●m8Ard3r●s de la Primera Guerra Mundial volando hacia el Downtown y luego el cenicero está lleno de colillas aplastadas, como edificios.

EN EL SEGUNDO SUEÑO (corto) tengo una camisa azul y estoy pasando los controles del aeropuerto con mi maletín y mi cuchillo hacia mi avión con mi cuchillo.

EN EL TERCER SUEÑO (veloz) estoy en una plaza, estoy mirando la imponente cristalería de una estación de ferrocarriles, la dinamita ha llegado a la ciudad en un Volkswagen Golf, el minero es un confidente de la policía pero el minero también es el que ha facilitado la metralla y la dinamita y es quien carga el VW-Golf con clavos y fulminantes, ese maldito minero soy yo o acaso ya no soy yo sino Dante, sí, así es efectivamente: ahora soy Dante y estoy llamando al celular que enciende los detonadores de cobre, la carga no es Titadine, es Goma 2Eco, estoy llamando a Goma 2Eco, ¿alo? ¿Goma 2Eco?, sí, Goma 2Eco contesta mi llamada y ahora estoy observando el baile de las ambulancias: el convoy está abierto pero no se ha descarrilado, es como si lo hubieran atravesado tres misiles Scud o un solo Tomahawk. Luego dejo de ser Dante para ser el Ser colgado en la cruz, estoy cubierto de dolor y eternidad, los clavos entran por las palmas de mis manos, los clavos describen un rojo ángulo descendente y salen entre los huesos de la muñeca, ahora viene alguien y me dice que estoy Muerto y que estuve en la cruz durante veinticuatro horas, las lágrimas de mi madre y de la mujer que ama Mi Carne le sacan brillo la colina, razón por la cual sospecho que estuve Colgado más tiempo del que tiene el universo: soy un Ser Sin Tiempo y entonces cada momento es para siempre, cada boquerón en cada vagón tiene ocho metros de ancho, dos clavos se están oxidando en la palma de Mis manos, un amasijo de hierros se abre contra el cielo como una rosa negra que florece violentamente, como si una chimenea gigante hubiera explotado vomitando acero, el golpe seco (el ay que salta), los muertos están ahí, encima de la mesa, las luces se apagan y luego todo se quema o se corta o naufraga como mis sueños líquidos cuando dan en el filo del rompeolas: sabor a sangre quemada y a carne impía. Pero Me descuelgan o Me descuelgo o navego en el mar del tiempo y llego a una Era de Acuario con aviones en el aire:
—Los aviones son más rápidos que los trenes, las ambulancias y las neveras de plasma.

EN EL CUARTO SUEÑO (químico) estoy flotando en medio de una nata aceitosa, floto o fluyo con la mente en negro y los ojos en blanco, soy sensible al pulso frío y seco y eléctrico del celular, me deslizo a través de lo que parece un tube que conecta durmientes, ratas y estaciones, la luz que brilla al final del túnel es la luz de El Clemente y Misericordioso, Alabado sea Él cuya promesa se cumple y auxilia a sus siervos, mi mochila es de hidrógeno y mi libro es El Libro, los perfumes y las aftershaves son de marca, Alguien me ha dicho que los frascos de Gaultier, Fahrenheit, Armani y Boss de diseño diseñan las mejores explosiones, hermosos arcos azules y fosforescencias de peróxido elevándose con la gracia del Napalm, esta es una mañana fresca y rica en ácido cítrico y Napalm Fashion, mi celular empolla Su Ira entre detonadores de cobre, mi celular es paciente como las arañas, mi mochila de hidrógeno recombina el dímero C6H12O4 + monómero para formar un trímero cíclico en presencia de un ácido fuerte y catalizador, ven me dice el Bendito, ven al martirio en la tierra de Tarek Ben Ziyad, mi Dios es rojo y ha escrito un verso en mi torso: la peroxiacetona / jamás detona / sin su acetona, El Bendito es bendito y bueno y ha dispuesto nuestra ascensión por escaleras de calcio, somos 3 pakis + 1 jamaiquino + 10 botes de peroxiacetona + ıÀ + sazonadores de cobre + sal al gusto + oxidación + ardor en carriles de miedo, ahora sueño que sueño fuera del sueño, ahora memorizo una fórmula: 2 C9H18O6 + 21 O2 → 18 H2O + 18 CO2, esa es la fórmula que usan las serpientes para poner sus huevos en los trenes, para que las sustancias tejan circunstancias angostas y sin luz, saturadas de gases, polvos y ratas ralentizando las operaciones de rescate, los cuellos rotos como las ramas secas de los árboles en Kensington Gardens, trabajo en condiciones tenebrosas para que todo sea nada y el día se desplome junto al crocante crujir del túnel porque El Bendito ya tiene las manos en mi mochila y recombina tres moléculas de acetona y una de ozono y ordena las pilas moleculares en fila india formando bloques que luego libera para que las moléculas vecinas estrellen recíprocamente sus cabezas y se desplomen en cadena y en pavorosa reacción quemen las tierras de Tarek Ben Ziyad, cosa que ocurre supersónicamente ahora en la hora de la descomposición de los ángeles y de mi fluir en un arco sideral sin luz, ruido blanco y flash denso sin amor porque solo soy un flash sin luz ni amor.

EN EL QUINTO SUEÑO porque ya son demasiados sueños para tan pocas páginas y porque además…

LOS AVIONES ESTAN EN EL AIRE, los aviones son más rápidos que los trenes y que las ambulancias y que las neveras de plasma.

ENTONCES DESPIERTO Y EMPIEZO a mirar la tele y veo que allí todo está a punto de convertirse en un rectángulo de catástrofes condensadas, cuatro mil funerales simultáneos sin cuerpo presente y con féretro ausente: la batalla por el paraíso ha terminado y la batalla por el infierno está comenzando, ¿la vida se abre camino?, ¿qué es la vida?, ¿somos como las ratas que abandonan el barco que va a hundirse y luego el barco se hunde?, las noches más cortas preceden a los días más largos y los días más largos convocan a las nubes más espesas: si el sabor de las lágrimas te parece tan salado es porque no las saboreas muy a menudo pero tus uñas van a venir con carne si te pones más nervioso.

HAY AVIONES EN EL AIRE

—¿CREES QUE SI LOS GRINGOS ponían el escudo antimisiles esto no habría pasado?

MI CASERO ES UN CIUDADANO oriundo de Israel que ha estado atento a la tele desde el inicio de las acciones, el judío era un sujeto silencioso hasta que los viejos b●mb4rd3r●→s o los viejos clavos o el peróxido en mi piel o las ratas del túnel me despertaron y fui a tocarle el timbre llevándole el sobre con el dinero del alquiler, hace un mes renté este departamento con tres ventanas: 1.- hacia el Google. 2.- hacia el Mar de Grau 3.- hacia la ventana de Paloma Gallardo, top model oriunda de una ciudad llamada Nubegris que oficia como capital de un país llamado Quechueslovaquia o Indionesia o ™X-PQY45 u Ovejas Eléctricas o Sí Podemos: es probable que sea uno de los países más espantosos del mundo, sin duda, pero es subcampeón mundial en producción de cocaína.
—Están bombardeando Nueva York.

EL DUEÑO DE LA CASA ES UN SUJETO canoso, breve y silencioso si no fuera por su perrito, el perrito es un copo de algodón y le ladra a los cuatro canales de señal nacional que están colgados de la CNN, u nse g u rose r vi d o ra pr u eb ad eba la s está con resaca, se ha quedado una lata vacía de cerveza sobre el televisor, el judío ya tiene el dinero de u n se g u rose r vi d o ra pr u eb ad eba la s y en la tele una torre del World Trade Center humea, al parecer se trataría de un avión de pasajeros, dice la locutora nacional repitiendo lo que dijo la traductora de la locutora de la CNN: el desarrollo del polvo preside los luctuosos acontecimientos de la vida, corremos hacia el polvo como único destino bajo la atenta mirada de las estrellas.

EN MI DEPA ALQUILADO la BBC tiene señal propia y un enviado especial, mi novia es periodista y en estos momentos está volando en su calidad de desviada especial al devaluado Festival de Cine Independiente de Sundance, pero en estos momentos yo pienso en Rachel, siempre pienso en Rachel y cuando pienso en Rachel pienso en ese cementerio de París que debe ser el único cementerio del Universo perfumado de ozono, también pienso en los neones de Pigalle, qué horribles son los neones de Pigalle, mi amor, qué hermosas son las aspas del Mouline diagramando con tajos cortos el Boulevard de Clichy, una pareja se besa y nosotros enviamos otro hacia la colina del Sacré Cœur, sagrado es tu Corazón Sagrado, Rachel, te pienso en las infinitas escaleritas de Montmartre y me declaro infiel en las memorables partouzes a lo Catherine Millet (vieja zorra) en Saint Michel, rumbo a Châtelet, no pienso en la vietnamita gorda con su hijita que me extiende un plato dorado al final de la estación Réaumur-Sébastopol a cambio de dos euros, tampoco pienso en los brujos hindúes y apestosos de Barbès-Rochechouart, no pienso en clochards ni conards, pienso en Rachel y creo que también pienso en mi novia o tal vez pienso en mi novia que fue Rachel y miro la lata de cerveza sobre el televisor y me acaricio la barbilla: ella, sus labios rosados, su cuello transparente, sus volcancitos con pezón, su pubis sembrado de postes amarillos que se agrupan, que se arquean, que me quiebran. Y su cuello, ese cuello al que vuelvo con frecuencia porque amo fracturar, trozar, amarrar, desgarrar, adoro el desnuque, y me parece hermoso que en esta oportunidad ella, Claridad, no haya abordado este Boeing 767-200ER Boston–Los Angeles de American Airlines que con 80 pasajeros, 9 auxiliares de vuelo y dos pilotos despegó a las 7:58 se estrelló hace unos breves instantes, a las 8:45, cuando yo soñaba con ratas y detonadores de cobre.

Y AHORA QUE LA TELE me entrega esta confusa imagen de una chimenea transformada en WTC o viceversa es, pues, inevitable que piense en Rachel y en París sin aguacero y polvo de estrellas y lluvia de lirios y recuerde la línea blanca de ese avión sobre el cielo de Montparnasse y también recuerde qué hago despierto a estas tempranas horas de la madrugada, oh, el delgado ladrido del perrito, ¿y qué hago apenas el delgado ladrido del perrito me despierta?, subo el tapaojos que oportunamente expropié de un Newark-Amsterdam ¿y qué veo apenas despierto?, el control remoto, mi fiel amigo, durmiendo junto a mis pastillas Dormex que son las ovejas eléctricas de este androide, oh manso rebaño que pasta de blanco, brotizolam a 0.25 mg., despierta, on.

¿ESTÁN BOMBARDEANDO NY?

GRACIAS. Vuelo a la cocina sin saber que sin pedir permiso ya está en el aire el temible 765-200ER, vuelo 175 de United que cubre la ruta Boston-Twin Towers, esa nave despegó a las 7:59 y todo parece indicar que se va a disolver limpiamente en vivo y en directo y exactamente a las 9:05, en estos momentos son las 9:00, una botella de Coca-Cola helada y un tubo de Pringles o’clock, siempre es bueno tener Pringles en tiempos de guerra, siempre es bueno vivir en una pradera eléctrica en la que consigues dormir como un sparring de peso pluma y despiertas como Mike Tyson con seis motores a reacción en los oídos y una Oreja en tu boca, es muy saludable y es muy recomendable criar ovejas eléctricas y saber tirar la toalla cuando algo así como un puño o un martillo marca Lockheed viaja hacia tu rostro, la acción precisa en el momento preciso y mejor con la invalorable agilidad del control remoto para las manos y con los ojos y las orejas para CNNfn, CNBC, DW, TV5, TVE, Antena 3, NBC, Sur, todos los transeúntes de NY miran hacia arriba, mandíbula que se arrastra por el asfalto, dicen ou nou y luego todos corren hacia las cámaras de televisión, corren y corren y se estrellan con el lente del camarógrafo que es mi OjO catódico y plano, ya son tantos los ciudadanos que se estrellan en mi rostro que mi pobre rostro empieza a flamear como una furiosa bandera verde azotada por muhaydines, como la ropa de un niño suicida de Hezbollah que acaba de estallar y cae de los cielos, estamos en el aire, estamos mordiendo Pringles y estamos presionando el control remoto que es el mejor amigo del hombre porque parece que tenemos una serie de actividades que comentar y muchísimo más que lamentar que esa avioneta que se posó accidentalmente como una paloma extraviada en la primera torre porque aquí viene, aquí llega y ya está, señoras y señores: he aquí la silueta oscura de una nave que aparece y desaparece y a continuación es humo y gracias al amigo humo estamos en condiciones de informar que tenemos un nuevo impacto, un impacto que repica en lo alto de templos y catedrales, noviciados y beaterios, cartujas y claustros, retiros y abadías, conventos y conventillos, casas de oración y recogimiento e intercambio de parejas, un impacto especialmente visible en las pantallas de todos los televisores del mundo y en todas las pulgadas + surround: 56 pasajeros, 7 auxiliares de vuelo y 2 pilotos se acaban de clavar en las Ventanas del Mundo, felizmente conseguí Coca Cola helada en esos preciosos 18 minutos de intermedio entre el 765-200ER y este vibrante, poderoso e imponente American que ingresa en la segunda torre que es la Torre Sur en una inmejorable toma que se proyecta desde Long Island: he allí a la alta torre en vivo y en directo y sin atenuantes exhibiendo al mundo su flamante perfil de espigado edificio con avión empotrado y larga cabellera de humo que los vientos de oriente empiezan a peinar hacia las riberas del Hudson, este avión se ha filtrado entre mis labios y baja y se derrama a través de mi tráquea dejando un sabor salobre y platinado, a snack y yodo.

LA LATA VACIA DE CERVEZA sobre el televisor ha empezado a humear.

PERFIL

INCOMODIDAD MILENARIA, DESORDEN BIPOLAR, ansiedad difusa, conducta errática, dispersión mental, debilidad intermitente, gatillo ligero, introversión de acero, pensamiento relativo, contradicción fluctuante y muchos, muchísimos aviones en el aire.

MARTES NEGRO

—¿ALGUIEN ESTUVO PULSANDO botones mientras dormía? ¿Alguien está incendiando otra vez el Reichstag? ¿Arde el Lebensraum petrolero? ¿Son dos avionetas que chocaron casualmente contra los edificios que están a punto de convertirse en adefesios? ¿Cómo es posible dormir mientras los más ignotos ejércitos vuelan con rumbo Zero? ¿Alguien vuelve a lanzar a los aires una especie de vieja enfermedad o acaso se trata de una moderna blitzkrieg dirigida por una Luftwage más mortífera aún? ¿En algún momento ingresará a la pantalla el avión de Claridad? ¿Será ese el avión que demuela la ONU? ¿Ya la demolieron hace mucho y nadie de dio cuenta? ¿Por qué recordé súbitamente a Rachel? ¿Es un pájaro, es un avión, es la resaca de un mal viaje? ¿Qué tomé anoche? ¿Una dove? ¿Mis neurotransmisores están completamente malogrados?
—No señor: están bombardeando NY.

QUEMANDO CROMO

LE ACARICIABA LOS PECHOS como quien saca brillo a una manzana y mira su reflejo en la superficie, un nido de Lancôme se ha quedado en mi almohada, este será un día muy pero muy largo, ¿qué pasa afuera?, ¿las calles están desiertas?, ¿solo el polvo preside los luctuosos acontecimientos de la historia?, no señor, aún hay vida y mientras hay muerte hay esperanza: me acomodo mejor frente a la tele y los 220 voltios me entregan tecnología pura, apariencia en muerto y a todo color destruyendo la opacidad natural de los cuerpos: la imagen no perfora sus naturalezas: las envuelve en Su Luz. En la luz de alguien llamado Alguien que está empezando a bombardear NY mientras la sal de las papitas entra en suave colisión con la saliva para formar el precioso bolo alimenticio, a la manera del ecran de la tele: Lancôme, cuerpos, opacidad, color, nido, humo, resaca, ella, ella, almohada y directo en directo desde un flamante teatro que se inaugura esta mañana y tienes el privilegio de asistir para verlo, toma asiento, ponte cómodo, fúmate un Marlboro, toma Cocacola...

Y ACARICIA el control remoto, con loca pasión.

ME LEVANTO, VOY AL BAÑO, me devuelvo en la niña de mis ojos, mono milenario con iris dilatado, miro mi sexo, acaricio mi sexo con ternura, miro el Wc y me siento en el Wc y pienso en el Wtc y lo único que puedo recordar es la serial de líneas cromadas porque eso es lo único que se puede recordar del Wtc desde la oportuna perspectiva de un inmaculado Wc.

BOLO RESIDUAL Y GRANULADO precede esta pujante remembranza, mucha atención: la chispa de un alerón incrustándose en mis ojos fue el preámbulo de un suave aterrizaje en Newark, el brillo de una minifalda de cuero negro fue mi guía en la cola de Webster’s Hall con DJ Sasha incorporado y, al fin, en esa fonda aérea llamada Windows Of The World deslizo una wooper revestida de cocacola a través del underground de mi esófago laminado de baba, qué asco.

SALGO, REGRESO, ME ECHO, Lancôme es el sello de Claridad en este nido donde empollan dos gorriones. Y entonces junto todos mis recuerdos y olores y sinsabores como si fuera un bolo alimenticio uniforme y plano y lo estrello en la pantalla de la tele y la tele me devuelve a la superficie de este planeta plano y frío y seco y herrumbroso y cruel en forma de tituladores de tv, los tituladores de las televisoras son unos magos enanos que sacan de sus sombreros de copa una impresionante sucesión de conejillos de indias que, apenas salen al aire, se transforman en letritas de colores que ahora en la hora de este bombardeo inaugural empiezan a desfilar como puntuales soldados de West Point el día de su graduación: America Under Attack, Terrorism Hits America, Act of War. Ahora los titulares se juntan y se agrupan y en una fina congregación de líneas de vivos colores forman la palabra WTC y después el plasma líquido delinea algo que se perfila y se presenta como una gigantesca araña negra retorciéndose en un skyline de 24 pulgadas: los pequeños magos están transformando “W.T.C.” en Ground Cero o Zona Cero o World Trade Cero o Pirámide del Dolor o Lengua de la Angustia.

DE MODO QUE AHORA se llama Ground Cero y en Ground Cero trabaja Rachel.
—Trabajaba.

RACHEL

EN ESTAS ACIAGAS HORAS que vive la humanidad es preciso no perder el control remoto de las acciones para ver a todo color las reacciones y, aunque no llega a ser completamente desagradable, no es precisamente grato recordarla en estas aciagas horas que vive la humanidad:
RACHEL: dos finísimos trazos y uno breve, la piel brillante.
RACHEL: a veces su delgada lengua sale y deja un beso, ese brillo intenso en ambos labios.
RACHEL: ojos azules pigmentados con dorados puntos luminosos.
RACHEL: nariz que se proyecta y barbilla que huye arrastrando cabellos lacios y castaños y pómulos prominentes como las de una modelo que ha sido construida en túneles de viento.
RACHEL: sembrando una línea de chispas en mi horizonte de sucesos.
RACHEL: siembra arriba, siembra en la cima.

EN LAS CIMAS DE LA DESESPERACIÓN

¿POR QUE SE FUE, POR QUE MURIO, por qué el Señor me la quitó?, en las cimas de la desesperación nadie tiene derecho a dormir, nadie tiene derecho a automedicarse con brotizolam a 0.25 mg., para un auténtico desesperado mirar la realidad a todo color representa la dolorosa actualidad de su propia carne: desciendo en espiral sobre mí mismo, me contraigo en un espasmo y de pronto ya no estoy mordiendo Pringles porque mis uñas están mordiendo los controles y me dispongo frente al televisor como un pistolero de Marcial Lafuente Estefania que sabe que va a ser acribillado pero tiene que disparar para aparecer en el póster de un tiempo-plomo.

PERO, ¿Y SI NO FUE A TRABAJAR? ¿Y si esta alegre mañana ella decidió quedarse en su habitáculo del SOuth of HOuston, flotando en esa aérea levedad fracturada por Canal Street, West Houston, Avenue of the Americas y Lafayette Street? ¿Y si se quedó roleando ganja hindú entre los hierros colados de su diminuto Cast Iron Building? ¿O paseando en Thompkins Place con su gato negro llamado Cesare? No puede ser que en medio de estas asperezas lo primero que pierda sean las esperanzas, carajo, así que después del segundo avión empiezo a darle fuego a la tecla rec y grabo sobre el Casette cualquiera que está en la vieja Sony penetrada por el viejo Trinitron, ese video es de Blockbuster y contenía una joya del séptimo arte llamada La novia de Chucky y ahora graba esa preciosa toma desde abajo en la que aparece un ejecutivo tecleando en su laptop, una vista sencillamente estupenda: el sujeto está escribiendo en el World Financial Center o en Wall Street o en Vesey Street o en cualquiera de las zonas ceros de Battery Park, el sujeto se debate entre activos y pasivos, el sujeto mide los tipos de interés oficiales de la zona euro, al sujeto le preocupa el destino de sus fondos de inversión que ganan 0,4% y los mixtos de renta fija que suben 0,1%, los variables 0,1%: 0,8% en febrero y entre 0,8% y 1,5% acumulado hasta hoy, ¿qué día es hoy?, eight-eleven, el hombre dibuja una sonrisa marca Fresh porque la pc acaba de decirle que su gestora alcanzó el Top-40 del ránking y sin Kasey Casom, el hombre es un hombre feliz pero no sabe que una colonia de rayos se dispone a triturar su amable rostro triangular, el rostro del hombre que era feliz: en cámara lenta aparece el estómago terso y plateado de un avión.

ESE ES UN AVION que llega impecable, es un avión que llega sin tren de aterrizaje ni torre de control ni solicitud de permiso para estrellarse, es un avión que se disuelve en los cristales de la segunda torre sin despeinarle, ese avión impecable no roza el cuero cabelludo del hombre infeliz pero tiene la delicadeza de abandonar una película de metal en la memoria de los amables televidentes y especialmente en la membrana de estos violentos tiempos postindustriales: el avión se ha quedado allí, en el estómago de la segunda torre, se trata de un avión muy mal estacionado pero estacionado al fin con la elegancia del más desobediente de los proyectiles: Rachel, yo te amaba como un avión cargado de pasajeros, cargado de combustible y diluyéndome en el centro de un rascacielos poblado de espejos; es decir, exactamente como me sentí aquella tarde en el hermoso cementerio del puteril barrio parisino de Raspail, metro Bercy-Kléber, il est interdit de fare l'amour dans les cimetières.

¿QUÉ HACES SI UN AVIÓN TE BESA?

EL ACTO SEXUAL DURA aproximadamente 8 minutos pero el orgasmo varía, el promedio de penetración del pene en la vagina es de 30 veces por minuto, lo cual indica que en el coito hay 240 penetraciones, puesto que el pene tiene un promedio de 16 cm., en una mujer ingresan 3,840 cms., 38.4 metros de pene por polvo, generalmente las mujeres hacen el amor 3 veces por semana y como el año tiene 52 semanas, tiran 156 veces al año. Resumiendo: reciben 5.990,4 mts. de falo anualmente o, lo que es lo mismo, casi 6 kms. por año. O sea: 1/2 km. mensual: el primer avión de American llevaba 37.850 litros de combustible, cortaba el aire a una velocidad crucero de 530 km/h con 12,250 kms. de autonomía de vuelo, miseria de la tecnología, los dos aviones cargaban un mar de 216 mil litros de combustible, un océano de lava, un orgasmo masculino derrama de 1,5 a 6 mililitros, la media es 100.000.000/ml de volumen eyaculado, es decir, 2.5 a 5.0 ml, de 80 a 150 millones/ml de espermatozoides con una motilidad en la primera hora de 75 a 100 %, motilidad claramente visible en los centenares de seres vivos que veo allí arriba, sobre el humo, bajo el humo, entre el humo: entre la densa fumarola que transmite la pantalla de la tele y la tímida niebla que emerge de mi lata de cerveza es posible distinguir a muchas personas moviendo desesperadamente los brazos, todos ellos están por encima del piso 80 donde se empotró el 767 del UA-175, desde aquí puedo reconocer a las ciudadanas Claudia Rossi, Tera Bond y Theresa Young cuyas fotos habrán de verse en el marco de la bonita exposición estratégicamente ubicada en el 26 de Wooster Street (www.sep11photo.org), la galería espontánea que se armará en la golpeada y atribulada y desgarrada y fragmentada ciudad al conmemorarse un año de esta tragedia que enluta a la humanidad y en estos instantes gravita en mi control remoto, las diminutas personas agitan los brazos, ella no es Rachel, ella no puede ser Rachel, ella no tiene que ser Rachel, ella puede ser Rachel, ella tiene que ser Rachel: ¿ves ese cuerpo que se desprende de la segunda torre?, son las 9:38 Eastern Standart Time, su delicado cuerpo, su cuerpo, tu cuerpo, tu bellísimo cuerpo, yo le cantaba a tu cuerpo junto a Lou: abres los ojos y empieza el carnaval, Factor nº 1, rimel, bragas rosas y rouge, carmín y colorete, incienso y hielo, perfumes y besos y ahora envuelta en física pura Rachel empieza a caer a 980 cm/seg., las barras de acero de ambas torres brillan majestuosamente contra el sol de la mañana, me encanta el aroma del Napalm en una mañana fresca, la muerte aroma la galaxia, el elixir y el rimel y el rouge desgarran la cortina de aire que envuelve a los edificios y a la atmósfera toda en ese largo viaje vertical que me está cortando con su cuchillo porque alguna vez Rachel me pidió que escriba un libro sobre nuestras caídas horizontales y le dije que el destino de el hombre pobre pobre probablemente sea escribir una y otra vez acerca de las caídas hondas de los Cristos del Alma de alguna fe adorable y cosas así y ella acercándome el carmín de sus labios susurró algo así como La Caída del Equilibrista, anticipándome lo que mis ojos no quieren creer y menos mirar pero finalmente ven:

LA-CAÍDA-DE-LA-EQUILIBRISTA
(UN CANTO EN 11 TIEMPOS)

1.- SU CUERPO HA ESTADO dos segundos en el satélite pero la memoria vertical de los teleobjetivos y de los grandes angulares congelan la luz para que esa sea La Luz Que Flota Para Siempre En El Mar Del Tiempo: ella es una brizna de estática, una pestaña digital del satélite, un milímetro saturado de éter en la soledad del cosmos.

2.- AHORA ELLA ES una chispa cargada de electricidad volando en paralelo contra las intermitentes barras de acero que dibujan su perpectiva: cabellos atizados por el humo, labios laminándose en cenizas, conos de magneto que entran y salen a través de su cuerpo de traductora del señor Cantor Fitzgerald y modelo a destajo del señor SalvatoreFerragamo y ahora cae como la luz de una estrella que ha viajado millones de años para agruparse en este cono —en este cono donde se afila un relámpago—.

3.- SON LAS 9:38 A.M. hora del este en WTC2 / Hora 0 en los bordes del Planeta Infierno: bañada en física pura, Rachel corta las cortinas de aire mientras Battery Park se desdibuja en el fuera de foco de un obturador drenando por nubes de gas y petróleo líquido y brújula sin norte:
3.1.- hacia abajo la profundidad del desgarro en su corto viaje de ventanas rápidas.
3.2.- hacia arriba la espantosa presión de un cráneo que se aprieta demasiado entre las tenazas de sus sienes y
3.3.- hacia adentro, oh, hacia adentro: las arterias conectadas a la órbita celeste, hacia la estela ya invisible de un avión empotrado, hacia el ruido muerto de un motor y el sonido blanco de mi grito:
—el amor es la piel de un planeta en expansión —pienso.
—el amor es una lenta ruptura de simetrías —digo.
—el amor es el dramático vértice de una estrella que colapsa —escribo.

4.- EL AMOR ES LA VERTICAL que me rasga mientras caes: así vivo.

5.- FLASHES DE CIELO FILTRANDOSE por o acaso atravesando su piel (que se abre): se abre o se desnuda invirtiéndose como las praderas rojas de Arizona contra los cielos de fiebre de Hiroshima.

6.- ¿MIS OJOS O SE CIERRAN o se ensombrecen o se llenan de vidrio?

7.- SERA UNA BRIZNA de estática, una pestaña digital del satélite, un milímetro saturado de éter en la soledad del cosmos, pero una descarga de sus labios es el rastro luminoso que dibuja la anaranjada curvatura del espacio.

8.- CAE DE MANERA PROFUNDA, infinita como una lluvia silenciosa: sus pechos arqueados para romper olas de vacío y longitudes de onda, la boca mirando el firmamento, la boca helada buscando un beso incandescente, Rachel envía los labios en busca de un beso largo y prodigioso, un beso que cubra el mundo; en realidad, envía sus labios en busca de un beso azul.

9.- LA PARED OESTE encuentra su base: un puño de cemento:
9.1.- el crujido del árbol de sus venas al doblarse
9.2.- el brillo de su cerebro, silencio contra abismo y un rosario de latidos elevándose
9.3.- un rosario de latidos configurando el oleaje espacial para que —entre auras y claroscuros— mansamente el Ser repose.

10.- QUIERO TEJER UNA RED con mis huesos pero termino convertido en un casquete polar deforme, en un poema cubierto de musgo, aplastado en sus bordes, quemado en su centro, bañado por la lluvia silenciosa y espectral y catódica de un televisor sin clima que, así como me alimenta, me convierte en plasma.

11S.- PARA siempre.

Inquisiciones: Ecos de una encuesta

Por Abelardo Oquendo

"¿Será César Gutiérrez en su novela Bombardero quien viene a romper el molde que aprisiona a la narrativa peruana?", pregunta un corresponsal aludiendo al reclamo de Rodrigo Quijano en su comentario a los resultados de la encuesta sobre los 5 mejores escritores peruanos del siglo XX. Según Quijano "a diferencia del viejo boom, que era diverso, hay algo estandarizado en el lenguaje y en la conceptualización de lo que se ha de narrar" en nuestra literatura, lo cual lo lleva a echar de menos un escritor que, a la manera de Andrés Caicedo en la Colombia de su tiempo, se atreva a emprender un rumbo distinto.
(Bombardero –aclaramos– es una novela todavía inédita de la cual solo se conoce el fragmento que acaba de aparecer en el número 48 de Hueso húmero. Ciertamente ese fragmento no se asemeja en nada a las novelas peruanas que vienen obteniendo premios en el extranjero y es improbable que les abra el apetito a las editoriales que los convocan. Su irreverencia y carácter vanguardista van a contrapelo de los hábitos y las expectativas del lector mayoritario y será más fácil que ingrese a la historia de la literatura peruana que a las listas de bestsellers.)
Para nuestro corresponsal –cuyo nombre omitimos pues nos veda decirlo si lo citamos– lo más interesante de la encuesta fue lo que para otros resultó una sorpresa. Por ejemplo, "el que Vallejo no obtuviera la unanimidad significa que entre los 20 encuestados hubo uno con la suficiente independencia y personalidad como para arriesgarse a ser considerado un incompetente literario al desconsiderar al más grande de nuestros escritores. Tengo para mí que, sin desconocer los valores literarios, puede no sintonizarse con el mundo, la sensibilidad o el lenguaje de un determinado autor, por genial que este sea. A Borges, por ejemplo, no le gustaba Vallejo y puede entenderse, ya que es visible su incompatibilidad con él. Deberían recordar esto los que se escandalizan por la baja votación de Vargas Llosa y la casi nula de Bryce en la encuesta, pese a ser los más mediáticos y vendedores de nuestros autores actuales. Como ninguno de ellos dos es genial no veo por qué tendríamos que someternos unánimemente a su éxito, ese becerro de oro de estos tiempos. El que no haya sido así habla bien del grupo encuestado."
Diverso es el parecer de Camilo Torres, quien desde Nueva York nos dice: "En su encuesta se puede ver la imposibilidad de hallar algún consenso en el Perú. Salvo Vallejo y Arguedas, los otros seleccionados tienen pocos adherentes. Pretender ignorar a Vargas Llosa es una mezquindad. Preterir a Moro o Westphalen ante Eielson, una insensatez solo explicable por la ola publicitaria que su muerte ha levantado. Para mí es incomprensible la mención de Ribeyro, Alegría, Bryce o Sologuren. Aunque este último tiene méritos sólidos, usted aceptará que no es comparable con sus mayores. (...) Y no es pecar de profeta decir que dentro de unos lustros miraremos estos resultados con interés y piedad, pues nos hablan de incoherencia, parcialidad y desatino."
El corresponsal que reserva su nombre nos hará recordar que en una visita a Lima Borges, preguntado si apreciaba a Vallejo, respondió: "Yo a Vallejo lo admiro de antemano". Pretender la uniformidad en la apreciación del arte resulta casi tan atroz como exigírsela a la producción de las obras de arte.

Thursday, June 22, 2006

El vanguardismo espiritualista de Jorge Eduardo Eielson

Por Martín Rodríguez-Gaona

La muerte del poeta peruano Jorge Eduardo Eielson (1924-2006) abre las puertas a diversas lecturas de una obra que, por más de cincuenta años, sólo pudo atisbarse mediante la admiración y el asombro. Sorprendió en Eielson tanto su virtuosismo como su precocidad, y la engañosa versatilidad de un talento, no sólo singularmente dotado para la poesía y las artes plásticas, sino que produjo también incursiones notables en la música y el ensayo.
Quizá la nota que por vez primera se dibuja con su desaparición física sea aquella que permite reconocer los signos últimos de una aventura vital y artística excepcionalmente lograda. Jorge Eduardo Eielson es, en el marco de sus múltiples y complementarias actividades, uno de los herederos más constantes y singulares de las vanguardias históricas, las que supo, agotadas sus posibilidades cívicas o de rebelión, reconvertir en un mecanismo para la exploración de una subjetividad que busca conciliar la cotidianidad contemporánea con lo trascendente.

LA INTERCONEXIÓN DE LAS ARTES Y EL TRASCENDENTALISMO NO ESENCIALISTA

A cierto nivel, la obra de Jorge Eduardo Eielson es de difícil acceso, al estar constituida por materiales heteróclitos (poemas, novelas, pinturas, esculturas, intervenciones, etc.) y dispersos, en los avatares de un largo exilio europeo. Incluso, dentro de la poesía, su obra se distingue tanto por su variedad de estilos, como por muy peculiares circunstancias de publicación (su Poesía escrita, editada en 1975, recoge a un mismo nivel libros orgánicos, poemas sueltos, colecciones de poemas y textos de poesía concreta, la mayoría publicados décadas después de haber sido escritos). Pese a esto, a lo largo de su obra se percibe una calidad inmanente, un brillo que brinda coherencia a todo el conjunto, y que la hace constituirse en una especie de constelación, con sus puntos luminosos y diferentes trazados: no en vano las estrellas están entre las imágenes favoritas del poeta.
La pluralidad resulta, por lo tanto, uno de los atributos de la creación de Eielson, mostrando siempre una matriz común, más allá del clasicismo de Reinos (1945), el lirismo existencial de Habitación en Roma (1952) o la reflexión mediante los objetos verbales de Sin título (2000). El vector que recorre de inicio a fin la obra de Eielson es el reconocimiento de la poesía como una vía para explorar la experiencia humana. Desde sus primeras incursiones en Lima a mediados de la década del cuarenta, los límites formales de las artes plásticas y los géneros literarios han sido empleados por el poeta como instrumentos antiquísimos y privilegiados que pretenden testimoniar una contemplación deslumbrada de seres y objetos, ciudades y manifestaciones creativas pertenecientes a distintas épocas y culturas. Así, toda manipulación artística se convierte invariablemente en Eielson en una celebración de la vida como milagro. La magia verbal, su alquimia, encuentra su razón de ser en el acercamiento a un orden superior. Los libros y los lienzos de Eielson son un ejercicio de reflexión, humildad e imaginación que busca alejarse a la vez del dogma y del ego. Su palabra y su mirada derivan en instrumentos que transforman la realidad y celebran la vida, a través de un oficio adquirido de la mano de miles de orfebres.

LOS ORÍGENES

La génesis de un artista como Eielson es producto de una afortunada casualidad en la que todo parece confluir. El autor de Noche oscura del cuerpo pertenece a la llamada Generación del cincuenta de la poesía peruana, una notable promoción de escritores entre los que se encuentran Javier Sologuren, Sebastián Salazar Bondy, Blanca Varela, Carlos Germán Belli y Francisco Bendezú quienes, desde los versos, contribuyeron a la modernización de la literatura peruana estableciendo como una natural indagación el diálogo entre culturas que caracteriza al continente americano. En este proceso, iniciado por José María Eguren y César Vallejo, tuvieron ascendencia directa José María Arguedas y Emilio Adolfo Westphalen, quienes a pesar de sus diferencias de origen –el Ande y la inmigración europea- desempeñaron una labor notable de recuperación del legado artístico precolombino. Eielson es producto de una ciudad, Lima, que aún sintiéndose cosmopolita, colonial y afrancesada, va descubriendo la gran riqueza de su diferencia.
Pero, pese a haber iniciado sus tempranas manifestaciones en Lima (Eielson ganó el Premio Nacional de Poesía a los veintidós años, y expuso con el pintor Fernando de Szyszlo sus primeras obras de corte surrealista, en la pequeña tradición de poetas artistas peruanos como Eguren y César Moro) es en Europa que Eielson descubre los medios para integrar su peculiar sensibilidad con lo universal. El escenario europeo, que había sido intuido ya desde la devastación de la segunda guerra mundial en un libro como Antígona (1945), le permite, tanto complementar su formación como ir descubriendo su identidad –definida, como contó a Martha L. Canfield, desde las que denominaba sus "cuatro culturas": española, italiana, sueca y nazca (cultura precolombina de la costa peruana). Tan importante como aquel hallazgo sería el reconocimiento de su insularidad: Habitación en Roma (1954), una de las cumbres de su obra, es un trayecto en el que la urbe inmemorial entrega deslumbrantes cantos de soledad y amor.
Sin embargo, desde finales de la década del cincuenta, el poeta va percibiendo en su evolución una paulatina desconfianza en la palabra, la que en un momento le lleva a dejar de escribir, al menos de la forma en la que ya se había demostrado magistral. Esta sensación es explicada años después, en París, al poeta Rodolfo Hinostroza: "La poesía es Tiempo, la pintura es Espacio. El tiempo es muerte, el espacio es vida, así de simple. En Europa descubrí el Espacio, y entonces me dediqué a pintar".

SURCOS PERDIDOS Y RECUPERADOS, MEANDROS

Antes de su llegada a Europa, Jorge Eduardo Eielson ya había sido considerado en el medio peruano como uno de los poetas más prometedores y activos de su generación. Junto con Javier Sologuren y Sebastián Salazar Bondy publicó La poesía contemporánea del Perú (1946), la primera antología del país que intenta forjar un canon desde la modernidad literaria. Es claro entonces que Eielson tiene muy presentes las figuras de José María Eguren y César Vallejo para el desarrollo de su vocación. De Eguren tomaría el poder transformador de la imaginación y la exploración de otros lenguajes artísticos (Eguren había cultivado la fotografía y la pintura). Vallejo, fuera de la propia experiencia europea, le legaría la solidaridad frente al dolor humano y una sensibilidad peculiar para asumir la palabra en su dimensión de objeto.
En Europa, Eielson se enfrenta a la alienación de la posguerra, al mismo tiempo que profundiza en una civilización cuya continuidad material le es visible pese a remontarse a milenios. Es entonces cuando la concepción mítica de Europa desaparece (algunos títulos previos a este momento son Canción y muerte de Rolando, Ajax en el infierno y En la Mancha) y el aprendizaje de lo latinoamericano se va convirtiendo en una empresa arqueológica: una reconstrucción que será una creación a través de ruinas culturales, vestigios y desechos. La fascinación por el arte de los grandes maestros (De Leonardo a Miró) y el camino de posibilidades abiertas de la incipiente plástica latinoamericana, hacen que paulatinamente la pintura vaya restándole protagonismo a la palabra, quizá también por la soledad de un exilio en comunidades fuera de la lengua española.
Sin embargo, se logran reconocer motivaciones más poderosas al interior de la propia obra. La poesía de Eielson, tanto en su vertiente escrita como en la visual, puede ser simultáneamente entendida como proyecto y proceso: una aventura que encuentra coherencia en su mismo devenir. Así, en poco más de quince años, el poeta cambia de ropajes hasta optar por una desnudez que aspira a ser ancestral: de la versificación clásica, el poema simbólico en prosa y la prosodia del poema narrativo experimentados en su etapa peruana, pasa a la discursiva continuidad del poema de largo aliento, las posibilidades líricas de lo coloquial y el tono menor, llegando incluso al humor, lo conceptual y lo metapoético. La escritura de Eielson, desde los años cincuenta, asume riesgos constantes y se despliega al borde del absurdo o el silencio.
El ciclo inicial de la poesía de Eielson va de Moradas y visiones del amor entero (1944) a Primera muerte de María (1949), y tiene como principales influencias a los místicos castellanos, Rimbaud y Rainer Maria Rilke. Esta fase destaca por un inusitado lujo verbal, cuya máxima expresión quizá sea Reinos (1945). Sin embargo, un rasgo fundamental de esta etapa es la elaboración mítica, que el poeta trabaja con similar énfasis tanto al nivel de los referentes culturales –la mitología grecolatina, los cantares de gesta, el Quijote- como al de ciertas anécdotas autobiográficas –la muerte del hermano, una trágica historia amorosa-. El joven Eielson participa, admirado y lúcido, de la conmoción que produce la hecatombe europea, brindando su verbo para un duelo decadente, lleno de brillo y anacronismos.
En el siguiente periodo de la obra de Eielson se presenta ya su vinculación definitiva con las artes plásticas, por lo que el poeta concibe su escritura como un taller o un laboratorio de lenguaje. Aquí vislumbramos etapas, estrategias, preparaciones retóricas. A la distancia, se puede admirar no sólo el sabio ordenamiento que el poeta-artista dispone para su obra, sino también la relevancia de la década del sesenta tendrá para sus futuros exégetas. Desde que fijó su residencia en Europa, Eielson prácticamente no publicó nada que correspondiese con el tiempo de escritura. Libros hoy imprescindibles del autor como Habitación en Roma (1954) o Noche oscura del cuerpo (1955) resultan logros inimaginables sin los ejercicios formales de Tema y variaciones (1950) o Mutatis mutandis (1954), las primeras muestras conocidas del trabajo de estos años. Es más, la valoración total de la obra de Eielson producirá resultados muy distintos de acuerdo a las ediciones consultadas: su Poesía escrita de 1975, editada en Lima, incluye una serie de textos breves relacionados con el arte conceptual y la poesía concreta (v.g. eros/iones, Canto visible, Papel), una muestra que luego omitiría al recuperar el interés por la publicación, a mediados de los años ochenta.
La constelación que forman los poemas de Eielson es, por lo tanto, cambiante y llena de matices. Una aproximación es posible por medio de colecciones en las que se ejerce una reflexión sobre el arte y la palabra: Mutatis mutandis (1954), De materia verbalis (1958), Pequeña música de cámara (1965), Arte poética (1965), pero la cual no invalida la conmovedora humanidad de Noche oscura del cuerpo (1955) o Del absoluto amor y otros poemas sin título (2005), su último libro publicado en España. Eielson consigue, con aparente sencillez, deslizarse entre el escepticismo y el fervor, entre lo urbano y lo celeste, entre el homenaje y la aceptación del vacío. Sus palabras, deslumbrantes y deslumbradas, viajan y se enriquecen, pasando del misticismo al existencialismo, del existencialismo al lirismo lúdico, del lirismo lúdico, al culturalismo celebratorio o a la pincelada zen, obteniendo algo que podría denominarse como unidad en la diversidad.
En su obra plástica, en un rasgo similar, quizá la intención más recurrente sea explorar las relaciones entre la pureza del vacío y la ligera intervención de la mirada. Una dinámica palpable desde la serie "Paisaje infinito de la Costa del Perú", en el que las arenas desérticas de la costa del Pacífico y la neblina de Lima reaparecen como símbolos que traslucen lo absoluto. Lo residual primero y luego la ruina tienen gran importancia en Eielson, quien va incorporando objetos de su propia cotidianidad como material arqueológico: notablemente camisas y pantalones de mezclilla. Estas dos vertientes se unen en el que sería su símbolo plástico más reconocible: el nudo, en homenaje a los Quipus, el sistema de contabilidad incaico. Por medio de estas intervenciones en el lienzo, Eielson logra trabajar influencias aparentemente irreconciliables como el Pop y la pintura étnica, el Arte Povera y Lucio Fontana.
Posteriormente, en la serie "Autorretratos", se harían más evidentes las conexiones con su obra poética, como en cuadros en los que deconstruye la palabra esplendor o ya en sus performances, en una continuidad rastreable desde sus propios títulos: Primera muerte de María (poema, novela y performance) o El cuerpo de Giulia-no (novela y performance). En esta línea se encuentran acciones como sus esculturas subterráneas para diversas ciudades, las fotografías de objetos cotidianos transformados en símbolos mágicos, como las botellas de leche, o su pedido formal a la NASA para esparcir sus cenizas en la luna, cementerio ideal de poetas. Eielson, como pocos, supo confluir la dimensión conceptual y artesanal de su obra: baste señalar que las contadas veces que en su pintura emplea la figuración, ésta tiene como sustrato motivos aprendidos de los textiles precolombinos.
La apabullante versatilidad de Eielson, su condición de esteta asumida con paradójica humildad, lo hizo vivir relativamente ajeno al reconocimiento, que sin embargo llegó, no sólo en el fervor que despierta su obra poética en el Perú, sino a su labor como artista plástico (piezas de Eielson se encuentran en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y en la colección Nelson Rockefeller, participando en reiteradas ocasiones en la Bienal de Venecia). Como confesó al cuentista peruano Julio Ramón Ribeyro a raíz de la publicación de su novela El cuerpo de Giulia-no, poco de esto tendría importancia en comparación con el don de llevar una vida con plenitud y dignidad: "En cierta época que no duró más de diez años, escribí poemas y me llamaron poeta. Además, como sabes, he escrito algunas piezas de teatro y no soy dramaturgo. Hago también escultura y no soy escultor. He escrito cuentos y no soy cuentista, una novela y media, y no soy novelista. Últimamente preparo un concierto y no soy músico. Como ves, no soy nada".

A LA ENTRADA DEL ENORME EDIFICIO

Aunque Jorge Eduardo Eielson es un poeta relativamente desconocido, uno de los motivos por los que su obra irá ganando presencia, en nuestra opinión, es que en ella se constata el desvanecimiento de las poéticas modernas. Al igual que en las artes plásticas, su poesía señala que un creador no es valido por su discurso y menos por su personalidad (su obra no permite las lecturas políticas o historicistas aplicadas habitualmente a lo latinoamericano). Sin confesarlo explícitamente, Eielson demuestra que el estilo como expresión de la subjetividad está agotado. Sin embargo, y allí la riqueza que le permite conectar con sus maestros, el arte y la poesía, aunque mermados como grandes relatos, siguen brindando un refugio espiritual, para quien lo requiera. Palabra e imagen seguirán ofreciendo una reflexión deslumbrada, una conclusión que apunta al vacío. Para Eielson, la vida es un aprendizaje y arte es el milagro que permite transformar la melancolía en belleza.

Wednesday, June 21, 2006

Esquina del lector: un espacio urbano se convierte en recinto cultural

Municipalidad de San Isidro y Cámara Peruana del Libro juntos por la cultura

~ Escritores Alfredo Bryce Echenique y Abelardo Sánchez León dialogarán con lectores y firmarán libros
~ Diez librerías estarán presentes con sus stands en el Parque Murillo


La Cámara Peruana del Libro y la Municipalidad de San Isidro han unido esfuerzos para convertir un espacio urbano que está algo deslucido en un recinto cultural en el cual el público pueda tener un encuentro con escritores y adquirir libros a precios de promoción, en la "Esquina del Lector", que se inaugurará este sábado 24 de junio.
La esquina mencionada está ubicada en el cruce de la avenida Camino Real con la Calle Choquehuanca. La Cámara Peruana del Libro participa en esta iniciativa del municipio de San Isidro para difundir la lectura y como otra actividad conmemorativa por su 75 aniversario de fundación institucional.
Desde las 11 de la mañana, diez conocidas librerías iniciarán esta actividad con sus stands instalados en el Parque Murillo, que se encuentra en el cruce referido. Participarán las librerías Atlántida, Crisol, Época, El Virrey, Fondo de Cultura Económica, Ibero, La Casa Verde, Special Book Service y Zeta Bookstore.
A las 12 del día se realizará la ceremonia de inauguración. Luego habrá un conversatorio y firma de libros de los escritores Alfredo Bryce y Abelardo Sánchez León. En la tarde están programadas actividades para niños.
En forma paralela, el restaurante El Cartujo, vecino al predio recuperado, ofrecerá una creativa carta inspirada en la literatura peruana y sus autores. Este conocido restaurante ofrecerá atención al público e instalará dentro de su local una réplica de la "Esquina del Lector", con un sillón y una lámpara que invitarán al público a leer.
En la "Esquina del Lector" se colocarán gigantografías que reproducen las carátulas de obras de importantes escritores peruanos y fragmentos de poesías de renombrados poetas nacionales, rescatando un espacio abandonado, que afeaba el ornato circundante y convirtiéndolo en un espacio de difusión de las mejores plumas nacionales.
Mario Vargas Llosa, Santiago Roncagliolo, Alonso Cueto, Antonio Cisneros, Jaime Bayly, Rosella di Paolo, Carlos Germán Belli, Rodolfo Hinostroza, Mirko Lauer, Carmen Ollé, Blanca Varela, José Watanabe, entre otros, son algunos de los autores cuyas obras y frases han sido reproducidas.
El propósito de este evento es difundir las obras y motivar a la lectura de los mejores escritores peruanos y extranjeros, y hacer que el público pueda ver cómo un espacio urbano se puede transformar en un área cultural, en beneficio de padres e hijos.
El municipio de San Isidro ha buscado de este modo seguir el ejemplo de la Plazuela Paz Soldán, donde desde hace más de dos años existe una galería de arte abierta, con réplicas de los mejores artistas plásticos del Perú.
La Cámara Peruana del Libro promueve la participación de las librerías, que instalarán sus stands en el Parque Murillo desde las 11:00 am hasta las 8 pm.

Monday, June 19, 2006

Letra viva: Todo el sabor nacional

Por Ricardo González Vigil

Primicias de Oro de Indias bautizó José Santos Chocano a su ambicioso proyecto poético de difundir en el mundo entero las glorias y grandezas del Nuevo Mundo.
Ahora, otro poeta, más dotado y admirable que el Cantor de América, el gran Rodolfo Hinostroza da a conocer en una prestigiosa editorial española Primicias de cocina peruana, convencido de que, si hay un Oro del Perú que mostrar al mundo, es el de la Cocina Peruana, la mejor de América y una de las más grandes del planeta, hasta ahora carente de un libro a su altura, debidamente publicado por una editorial que asegure su circulación fuera de nuestras fronteras.
El resultado ha sido tan notable que Primicias de cocina peruana ha quedado finalista en un galardón disputadísimo, de los más difíciles de obtener en el campo gastronómico: el Premio Nacional 2005 de la Academia de Gastronomía Española. Reconocimiento mayúsculo, ya que participaban famosos chefs europeos, frente a los cuales la cocina peruana recién está llamando la atención. El libro de Hinostroza es una joya por su contenido y por su belleza gráfica y editorial, fruto de la labor del equipo conformado por Ingrid Sipkes (coordinadora general), Gloria Hinostroza, Carlos Rojas, Juan Luis Gargurevich, Alex Flores y Juana Iglesias.
"El Perú es un mendigo sentado en un chupe de camarones", gusta decir Hinostroza, rehaciendo la frase atribuida (sin sustento) a Antonio Raimondi. Las cien recetas elegidas por Hinostroza "han sido seleccionadas con un criterio antológico, como si se tratase de poemas o de cuentos clásicos, obras maestras anónimas escogidas ya por los siglos y por los paladares de millones de personas, al lado de los clásicos modernos que a diario degustamos y han dado un nuevo aliento a nuestra cocina" (p. 135).
Probando que su creatividad es múltiple, fallecido Eielson la más totalizante de nuestro país, Hinostroza (poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, ensayista, astrólogo, gastrónomo) une la magia del sabor (gusto y sensibilidad) a la profundidad del saber (criterio, intuición, vuelo imaginativo y conocimientos). Traza brillantemente una historia de la cocina peruana enmarcada en los grandes cambios de la escena internacional; completa ese recuento, con un sabroso testimonio de su experiencia como gastrónomo. Puede así dejar sentado que en la cocina ha triunfado un mestizaje armonioso y feliz que nos falta en los otros terrenos. Todas nuestras sangres: todos los sabores integrados en el sabor nacional.

Título "Primicias de cocina peruana"
Autor Rodolfo Hinostroza
Editorial Everest, 239 páginas
Calificación ****

Argumento: Estamos ante dos libros en un solo volumen espléndidamente ilustrado: una historia de la cocina peruana, desde el legado prehispánico hasta los aportes coloniales y republicanos (español, moro, africano, italiano, chino y japonés, señaladamente), con especial incidencia en el desarrollo extraordinario que viene alcanzando nuestra gastronomía en los últimos cuarenta años, en los que ha desempeñado un rol protagónico el autor del texto, Rodolfo Hinostroza; figura, también, un elogio del pisco y un panorama de las diversas cocinas peruanas: región Lima (cocina criolla), costa norte, costa sur, sierra y Amazonía. De otro lado, ofrece una antología de las mejores recetas peruanas "establecidas por la tradición, reescritas por mí y por mi hermana Gloria Hinostroza", algunas creadas por destacados chefs de la cocina reciente.

Wednesday, June 14, 2006

El lector investiga una prosa

El círculo de los escritores asesinos
Diego Trelles
Candaya, 320 pgs., 16 €
Barcelona, 2006

Por Nadal Suau

La fonética—pero no se asusten—nos explica que intervienen tres partes en la articulación del sonido: los pulmones, las cuerdas vocales y la caja de resonancia, que engloba las fosas nasales y la cavidad bucal.
La nueva novela del jovencísimo Diego Trelles Paz (Lima, 1977) se titula El círculo de los escritores asesinos y lo mejor que puede decirse de ella es que tiene consistencia articulatoria: Trelles escribe literatura, no remedos de guión cinematográfico. En su libro, la tradición de que se nutre el omnívoro autor –los pulmones– proporciona aire con la presión necesaria para hacer vibrar las palabras, el lenguaje muscular, tenso y relajado a ráfagas –las cuerdas vocales–. Finalmente, el esfuerzo estético y referencial rebota en las paredes de un ambiente logradísimo, el del Perú postfujimori, y en el circuito denso, viscoso y creativo de su intelectualidad –la caja de resonancia–. Casi nada.
En El círculo de los escritores asesinos, se nos ofrecen cuatro manuscritos diferentes sobre un mismo caso: el asesinato de un crítico literario, García Ordóñez. Estas cosas siempre son una juerga. Los sospechosos son los cuatro integrantes del Círculo, tipos con un delirante complejo de personalidad literaria, enfrascados en su particular lucha contra la mafia cultural limeña y condenados, si bien se mira, a culebrear por un medio fangoso pero deslumbrante a ratos. Tenemos también un editor misterioso, que se hace llamar Alejandro Sawa, y que infesta el texto de curiosísimas notas a pie de páginas. Les recuerdo que Sawa fue el bohemio de guardia del modernismo español. Y ojo con estas notitas dejadas como al desgaire: ya nos dice Santiago Roncagliolo en su eficaz prólogo que "el único detective es el lector. Sólo a él le corresponde decidir la ruta correcta". ¡Julio Cortázar, cuántas veces y con cuánta justicia te elevaremos nuestras oraciones!
De todas formas, la trama es lo de menos. En este libro, lo que nos interesa es festejar el nacimiento de una prosa potente. Puede que se le vea alguna adiposidad, pero Trelles Paz es un autor de primera línea rompiendo aguas. Insisto, su concepción de la palabra literaria es esencialmente artística, y entiende cuál es el peso del ritmo: utilidades de ser limeño. Al mismo tiempo, en la novela se barajan sin descanso citas y querencias artísticas: The Beatles y David Bowie, Borges y Cortázar, The Smiths y Antonioni... Plenamente posmoderno –o dilettante, según la terminología danzarina de la revista CasaTomada–, Trelles se entrega a un ejercicio lúdico que salta de lo sagrado a lo underground con alegría, y que fagotiza tonos, timbres e intensidades ajenas para crear un texto que entrará sin problemas en el canon del prestigioso departamento de Español de Austin, donde el autor va despistando sus años de universitario. "La escritura sólo traía desgracia", se lee en El círculo de los escritores asesinos. Será verdad, pero la desgracia de Trelles Paz es un estallido musical. Y nos gusta.

Monday, June 12, 2006

Premio noruego Kon Tiki obtiene escritor González Viaña

El premio noruego "Kon Tiki" le acaba de ser adjudicado al escritor peruano Eduardo González Viaña por su obra literaria volcada desde hace tiempo a retratar la inmigración latinoamericana en los Estados Unidos.
Esta distinción internacional fue instituida por Utrop, el primer periódico multicultural de Noruega y la Asociación Latinoamericanista de la Universidad de Oslo para premiar las literaturas que con calidad descollante establecen un puente entre los pueblos del Norte y del Sur del planeta. El premio está dotado de 30 mil euros.
En esta edición del "Kon Tiki", los jurados del premio internacional noruego dirigieron su atención a los textos escritos en los Estados Unidos. Además de una columna periodística permanente, el escritor peruano, profesor en Western Oregon University, publicó Los sueños de América (Alfaguara), un libro de relatos que ha alcanzado numerosas ediciones en ese país. En estos momentos, conquista lectores la versión en inglés de ese libro American Dreams (Arte Público Press).
Arte Público Press, además, anuncia la próxima aparición de la novela El corrido de Dante que los jurados del "Kon Tiki" calificaron de deslumbrante. Un mexicano recorre el país del Norte en una Van acompañado por un burro. A él le contará las luces y las oscuridades de su vida de ilegal.
"Una literaria estrella en ascenso ha producido el más poético recuento de una magna epopeya humana. Es la voz de un pueblo que no tenía voz. Es el corrido de un pueblo que camina. Es una historia que nace para ser cantada"- dicen los jurados.
Añaden que los vigorosos retratos de los inmigrantes hacen de ésta una literatura profundamente humana, capaz de romper la separación y la desconfianza entre los ciudadanos de un país y los que inmigran en busca de trabajo y libertad.
El nombre del premio evoca la aventura del navegante noruego Thor Heyerdahl para probar que, desde el alba de la historia, la comunicación entre uno y otro lado del mundo estaba abierta González Viaña recibirá el premio en Noruega, cuando llegue en septiembre de este año, a dictar las conferencias, a las que ha sido invitado por la Universidad de Oslo.

LAWI Noticias, Junio 11, 2006

Thursday, June 01, 2006

Cuentos desde el exilio

Iván Thays: “Si eres un escritor profesional no puedes vivir en el Perú”

Por Tomacini Sinche López

Grupo Planeta acaba de presentar el sello Seix Barral en Perú con la antología de cuentos Pasajeros perdurables. Historias de escritores viajeros, que ha sido realizada por el escritor Iván Thays, con quien conversamos amenamente sobre este y otros temas literarios.

–Inicias el prólogo del libro con una frase discutible: "Al parecer, solo existe una forma de ser escritor peruano: vivir en el exilio", ¿tan hostil es este país que uno tiene que alejarse para poder escribir bien?
No es hostilidad, lo que ocurre con los escritores es que deben tomar distancia de los lugares o de las épocas para poder entenderlos, para estar en un nivel más objetivo. Esto le ha hecho mucho bien al Perú, desde el Inca Garcilaso de la Vega, el primer exiliado. Estos escritores han logrado entender en esta diversidad lo propio del Perú.

–Sería una necesidad literaria...
Sí, es una necesidad literaria, pero en los últimos años es una necesidad más que todo económica, ya que si eres un escritor profesional no puedes vivir en el Perú.

Pasajeros perdurables... trata de reflexionar sobre la idea de nuestra identidad nacional en estos cuentos que ocurren fuera de nuestro país, una identidad que ni siquiera encontramos viviendo acá...
Creo que la literatura peruana tiene tres temas generales: el mundo urbano, el mundo andino y los que escriben sobre el estar lejos pero sintiéndose descoyunturados con la realidad de ese país. En este caso, he escogido lo del exilio, en el cual también se manifiesta la identidad, incluso más claramente a veces porque está obligatoriamente puesta en discusión. El autor que está afuera y que no se halla empieza la reflexión sobre la identidad. Pero también hay un tema que me interesa mucho que es el aspecto individual, cuando uno viaja no sólo trata de encontrarse como peruano sino también como persona. Ese exilio interior, esa patria interior que me interesa como tema en este libro.

–Reúnes a todos nuestros exiliados exitosos, Ribeyro, Bryce, Cueto... Pero se siente un gran vacío al no escuchar a Mario Vargas Llosa en esta lista. Es una pena que no escribiera cuentos con esta temática...
Sí. Hay varios vacíos en realidad, no sólo el de Vargas Llosa. Pero los vacíos, como tú has dicho, se entienden por que al ser una antología temática había que restringir el campo del corpus. Me propuse que sean cuentos y relatos, evitando las crónicas. Obviamente salieron autores como Vargas Llosa o Antonio Cisneros, que tienen excelentes crónicas de viajes, pero que no encajaban como cuentos. El otro aspecto que tomé en cuenta fue que los cuentos hablen de exiliados que se iban o que regresaban.

Viaje interior

–Este viaje recopilatorio de escritores viajeros, se puede decir que ha sido un viaje interior para ti, ya que en tu recorrido generacional de escritores reúnes textos muy íntimos...
Ese es otro de los motivos por los que otros cuentos no aparecen en la antología aunque podrían haber estado. Cuando me propusieron hacer esta antología de cuentos peruanos dije que no me interesaba hacer una antología canónica, sino temática. Esto me brindaba la posibilidad de escoger los cuentos que a mí me gustasen, incluso arbitrariamente ya que el tema es exclusivamente de viajes.

–Hay un autor que es tu fetiche, Gastón Fernández, quien tiene el texto más reflexivo sobre lo que es el viaje ("Relato aparente VIII"). Tienes una admiración especial hacia él, ¿a qué se debe?
Dentro de los escritores peruanos es considerado como "el raro". Es un autor totalmente inasible. No es fácil entrar en su obra. Es un escritor atípico y a mí me fascinan los escritores atípicos que rompen el canon, extravagantes y que triunfan. Es cierto que su cuento es muy reflexivo y es el más exigente dentro de la antología. Para mí es como una especie de espíritu de la antología. Si la antología fuera un cuerpo humano su cuento sería el cerebro o la parte neurológica.

–Por otro lado, creo que la única sorpresa del libro es la inclusión del cuento "Con Alfredo, en La Coruña", de Rossana Díaz, una autora poco conocida; su inclusión obedece más a una intención forzada de cerrar de manera redonda el libro, por lo que significa Bryce, o por la calidad del cuento, el cual me parece que desentona con el resto...
Hay cuentos que gustan más que otros. Todos los cuentos tenían que pasar por una barrera de calidad porque es lo principal de una antología. El cuento de Rossana cumple, primero, mi expectativa de calidad y, segundo, con mi idea de no sólo presentar autores consagrados, sino también a un autor joven que representara el futuro de la literatura peruana. Quería cerrar con una especie de voto de confianza en el futuro y Rossana encajaba perfectamente. No voy a negar que es cierto lo que tú dices, me fascinó la idea de cerrar con la aparición de uno de los autores que empezaba la antología precariamente y que terminaba triunfador.

–En Pasajeros perdurables... también reúnes un texto de Santiago Roncagliolo, ¿qué opinión te merece el éxito internacional que viene logrando?
Creo que con Pudor ya había conseguido éxito internacional, pero con Abril Rojo ya se vuelto muy exitoso. Pero creo que El príncipe de los caimanes es su mejor novela. Tengo el orgullo de haber sido la primera persona que premió a Santiago, ya que él participó en un concurso de CEAPAZ, en el que fui jurado. Presentó un cuento titulado "El matrimonio secreto" que ganó de lejos y que es de lo mejor que ha escrito.

Él tenía 19 o 20 años no más.
A mí me encanta cuando una persona triunfa porque se ha esforzado muchísimo. Soy testigo de que Santiago es una persona muy esforzada, que ha vivido con las justas en España. Pero ha insistido e insistido para triunfar.

–Toda antología es incompleta, ¿qué autores has omitido?
Te menciono cinco (aunque la lista es más larga): Edgardo Rivera Martínez, Oswaldo Reynoso, Marco García Falcón, Enrique Prochaska y Hernán Castañeda.

El proyecto integral

–En una ocasión mencionaste que "La ópera gris", cuento con el que lograste ser finalista del premio Copé, no formaba parte del proyecto integral literario que estabas creando, ¿de qué manera esta selección de cuentos forma parte de tu proyecto?
(Risas.) Olvidemos ese tema... "La ópera gris" lo escribí por una estupidez... Pasajeros perdurables sí forma parte de ese proyecto integral, primero, porque lo he visto como un proyecto personal de novela y, en segundo lugar, porque soy un escritor al que le fascinan los viajes. En todas mis novelas están presentes los viajes, ya que soy un pésimo viajero (Risas.). Soy un viajero pesado, que come en los mismos Kentucky como en Lima, odio los aviones y aeropuertos, todo eso me hace sentir vulnerable. Y eso hago con mis personajes cuando escribo, los hago viajar para hacerlos vulnerables.

–¿Qué me puedes decir de tu próxima novela? ¿Cuándo sale al mercado? Generaste mucha expectativa declarando que es una obra totalmente distinta y más madura comparada con lo que has escrito...
El primero de enero de este año hice lo mejor que pude haber hecho en toda mi vida, quemé todo lo que tenía escrito. Por ahora no tengo la intención de escribir ni publicar...

–¿Qué pasó con esa novela?
No funcionaba. He empezado a pensar que mi literatura tiene que tener algo distinto a lo que me interesaba antes. Una especie de sabiduría... No es que esté mal lo anterior, que eran como manotazos. Ahora quiero que además de la vulnerabilidad, exista algo más concreto en lo que voy a escribir. Una mezcla de Nabokov con Coehlo (Risas.). No quiero que toda la travesía por la que pasan mis personajes sea sólo eso, sino que funcione para algo, que diga algo más y no quedarme en la duda o en la mera divagación.

–No estás escribiendo nada...
No, literatura no. Siempre coqueteos de frases, pero eso no más. La literatura la estoy tomando por el lado más amable que es el de leer. Escribir me causa mucha angustia.

Apunte travieso

–¿Qué opinión tienes del último libro de Mario Vargas Llosa, Travesuras de la niña mala?
Es excelente. Creo que Vargas Llosa se ha quitado el clavo con esta novela porque ha logrado escribir la novela de amor para la que se había preparado como lector toda su vida. Además, es curioso porque particularmente pienso que él siempre ha escrito novelas de amor, de hecho la que más me gusta es La Tía Julia y el escribidor. Travesuras... es una novela que aparenta ser muy intensa y muy apasionada por la relación de sus dos personajes principales, pero yo la veo muy literaria. Si existiese esa división entre metaliterario y vivencial, yo la escogería como metaliteraria. Vargas Llosa ha logrado algo maravilloso que es camuflar una reflexión sobre literatura con una novela de amor. Es buenísimo y no me di cuenta sino hasta casi la mitad de la novela.

–Claro, como un gran cuadro en el que vas descubriendo detalles...
Exacto, es como ver un cuadro. Uno puede ver una mujer alimentando un niño, pero al acercarte más te das cuenta que hay un código secreto. Es extraordinario.

Las paranoias son normales

El señor de los colmillos

Por José B. Adolph

La gente ama los complots, las conspiraciones, las sociedades secretas, lo esotérico y desconfía de las explicaciones simples y directas.
Y si no, recordemos casos del siglo 20 como el asesinato de los Kennedy y el suicidio de Marilyn Monroe.
A la gente se le hizo (y se le sigue haciendo) difícil creer que, en el caso de John Kennedy, el asesino era sencillamente un individuo con alteraciones de conducta y vagamente izquierdista. En cuanto a Monroe, las causas de su suicidio y el suicidio mismo eran y son materia de investigación y debate, lo que no ocurriría si no existiera un masivo interés por el tema.
Por tanto, es legítimo considerar que la paranoia, estadísticamente, es una condición normal de la mentalidad humana.
Si se acepta que la paranoia (y la noiapara = cuando crees que tú persigues a los demás) es normal, entonces queda explicado el fenómeno Código da Vinci, que sugiere reemplazar los mitos existentes por otros. Porque, visto desde fuera, ¿cómo explicar, si no como mitos, creencias como la de que Dios tuvo un hijo en una virgen, que Mahoma se fue al cielo con caballo y todo, o que Moisés separó las aguas del Mar Rojo, para no mencionar más que tres grandes religiones? Toda sugerencia de reemplazar o alterar esos mitos provoca el descontento de los respectivos creyentes.
Como todo escritor sabe, a uno lo elogian por los motivos equivocados. La novela de Dan Brown no es sino una destilación –bastante entretenida en su primera parte aunque decae en la segunda- que impresiona a quienes no conocían el tema a través de serias investigaciones o ficciones anteriores, mucho mejores.
A Kennedy pudo haberlo asesinado la mafia, Fidel Castro, la CIA, la KGB, los empresarios del acero o extraterrestres (¿paranoia?). O Harvey Lee Oswald y nadie más. El buen Jesús pudo haber sido soltero (inusual, hasta indeseable, en un rabino) o pareja de María, la de Magdala (¿paranoia cristiana?). Pero el quid del asunto es: ¿alteraría eso su mensaje?